SINOPSIS
Narra la historia de Kilian (Mario Casas), un joven que inicia un largo viaje hasta Fernando Poo (la actual Bioko). Su sobrina Clarence (Adriana Ugarte), años más tarde, descubrirá una carta escondida que le revelará la verdad sobre su pasado familiar y todo lo que se escondió detrás de aquel viaje a la antigua Guinea Española.
CRÍTICA
Las películas que se adaptan desde un libro siempre acaban decepcionando… a mí no es que me haya decepcionado, sino que me he leído el libro y espere a ver la película, por la sencilla razón que siempre termino igual, le daría mil patadas y pondría unas historias por otras para intentar mejorarlo, sin embargo, no han quedado mal, aunque tengo que decir, Mario Casas no pega ni a patadas con el personaje, esperaba muchísimo más de un personaje tan importante como el suyo.
PALMERAS EN LA NIEVE se ha basado en el bestseller PALMERAS EN LA NIEVE de la autora LUZ GABÁS, quien publicaba la novela en 2012. Una novela de mucho éxito, con una historia que te engancha desde el primer momento. Ha sido llevada a la gran pantalla de la mano del director FERNANDO GONZÁLEZ MOLINA, quien ha sabido llevar el libro a la gran pantalla, aunque se ha saltado partes realmente interesantes, añadiendo otras que no tiene demasiado sentido, especialmente, seleccionando a MARIO CASAS como actor, este chico, oye, no es que no me guste, solo que me cuesta digerir, le daría un personaje de menos peso porque KILLIAN es un personaje que te engancha desde que lees el libro, te lleva a un paraíso de dos caras. Los actores, están muy bien seleccionados, tanto que solamente quitaría del reparto a Mario Casas, por lo demás la película aclara sobre manera muchísimos detalles del libro, aunque no queda muy claro en el primer momento de la película cuales son los parentescos, es decir, se van conociendo conforme se sucede la historia y es realmente un pequeño error.
PALMERAS EN LA NIEVE abarca muchos temas y muchas tramas que nos mete en increíbles históricas como el amor, el miedo, la incertidumbre, la esperanza, la tristeza y la unión familiar. Los escenarios son muy buenos, tanto que a pensar que las escenas africanas se rodasen en Canarias y Colombia han sabido darle el toque africano como bien merece.
Una duración de dos horas y cuarenta y cinco minutos donde no imágenes que te vas a cansar, sino, todo lo contrario, la historia está tan bien formada que terminará y te quedaras con un buen sabor de boca, especialmente porque cuando termina ninguna de las tramas queda abierta, por lo que, bajo mi punto de vista, es una película a tener en cuenta especialmente si nos ponemos a pensar que es además una película española, pero que ha sabido generar un ambiente único en cada una de sus tramas.