Auto- Concierto, conciertos desde tu carro.

«Lo único constante es el cambio»
Heráclito

Ciertamente, todo está en un constante devenir. La realidad, de manera inherente, se reconfigura en el pasar de las arenas del tiempo. Los más grandes imperios cayeron, los sistemas colapsaron y la humanidad se sacudió entre las mareas de las épocas.

Hoy, estamos ante una de las mudanzas más significativas del siglo XXI, ya que la concepción del constructo social ha sido quebrada. Las relaciones, la política, la economía, el arte, es decir, el mundo del ser humano debe replantarse ante el inevitable cambio.

            Todos sabemos que los estragos del Covid-19 han golpeado, de manera significativa, a la industria de la música. Tanto para los asistentes de los conciertos como para organizadores y personal el desencadenamiento de la pandemia ha dejado una enorme angustia y el cuestionamiento sobre lo que pasará.

            Ante estos acontecimientos, han surgido nuevas propuestas para enfrentar un contexto alarmante. Uno de los proyectos que alza la mano es Auto-Concierto, con show en vivo con público. Empresas y promotoras, de las cuales destacan HM Music Live, Rock Show Entertaiment, Switch it, Meximm Mexico International Music Market, Blue2 Entretenimiento, Wild Side Press, Capital Nation, se han unido para reactivar la industria del entretenimiento en México.

            El concepto es que las personas puedan disfrutar los conciertos en sus carros y vía streaming. 800 fans desde su vehículo y miles en línea podrán ver a diferentes artistas en eventos producidos desde la Ciudad de México. Para disfrutar el espectáculo las personas en los autos escucharán el audio a través de la radio FM, en una frecuencia asignada. Los accesos serán adquiridos de manera electrónica y escaneados el día del show.

            El proyecto asegura que las medidas de sanidad serán rigurosas para no exponer, ora asistentes, ora personal. Los protocolos mantendrán el riesgo de contagio en cero. Con todo esto, se pretende hacer frente a la actual situación; innovar y reactivar la industria. Además, se busca abrir nuevos mercados, medios de difusión y empleos.

            Los organizadores buscarán que los conciertos se realicen en junio y julio. Pronto se darán a conocer fechas exactas, recintos, plataformas, artistas y los medios para conseguir los boletos.

            Es innegable que es una buena propuesta ante la situación que vivimos, pues muchos sectores tienen que replantarse porque no hacerlo los aplastará. No obstante, estos proyectos nos generan muchos cuestionamientos y sensaciones. El pensar en hallarse en un concierto desde un auto nos lleva a la añoranza de todo lo que se disfruta de un show como: la interacción con el artista, el rugir de los amplificadores, el ambiente y la pasión que se desata. Sí, estaríamos ahí, pero no de manera total, viviríamos una experiencia restringida. Esto nos lleva a reflexionar si todo será de ese modo, si estamos ante el comienzo de una época de limitaciones y vivencias restringidas. Supongo que esto podría menguar el interés de muchos.

            Asimismo, nos preguntamos qué tanto se puede hacer con este proyecto. ¿Qué alcance podría tener? Supongo que pensar en grandes festivales es algo imposible, ya que un formato así debe ser muy restringido. Aquí, podemos cuestionarnos el futuro de los festivales masivos. ¿Qué tanto cambiará? ¿Qué limitaciones existirán? Sin embargo, este concepto se puede volver un punto de partida para comenzar a reformular las experiencias. Algo complicado, pero no imposible. Esto es el replantear del goce y la vivencia del espectáculo en vivo.

Otro aspecto que debemos discutir es a la audiencia, ¿está preparada para algo así? ¿Cómo concibe esto? Sin duda, se tendría que pensar la formación de una nueva cultura y nueva educación para poder llevar esto acabo. Nos es por ser pesimista o discriminar, pero en el contexto del mexicano, tenemos muchos problemas para acatar indicaciones e instrucciones.   Como ejemplo podemos ver todo lo que ha sucedido en estos tiempos. Aquí, hay una problemática interesante con la cual los organizadores tendrán que lidiar. Tal vez ya lo hayan pensado. La praxis nos quitará la especulación.

              Un tema importante es el dinero. Creo que muchos han pensado mucho esto. ¿Cuánto es el precio justo? ¿Cuánto se pagará? ¿Cuánto se está dispuesto a gastar? Además, también hay que cavilar para el futuro. La economía es uno de los asuntos que más se ha sacudido y muchas cosas se especulan. En el contexto de los conciertos qué pasará, hacia dónde irán los precios y cuántos podrán seguir pagándolo.

   En suma, el concepto es un respiro y una propuesta innovadora. Los organizadores están replanteando las reglas del juego, algo interesante para flexionar sobre los cambios en la sociedad. De manera sincera, espero que la propuesta se realice con éxito y haya muchos interesados. Asimismo, el pensar en estos proyectos es un punto para reflexionar y analizar los futuros posibles de los conciertos y la interacción del hombre.

 

 

 

 

 

 

 

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