30 años del camino del lobo, una noche de hechizos con Moonspell

30 años del camino del lobo, una noche de hechizos con Moonspell

Fotos hechas por Dilemma (conciertos)
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La noche cayó y un embrujo se percibía en el viento. Aquel hechizo emanaba de un vetusto templo, que en sus paredes guarda las historias de glorias pasadas. Ahí, unas figuras que a veces semejaban hombres y a veces lobos se preparaban para comenzar un culto a la luna. Jaurías de mantos negros comenzaban a reunirse a la espera del ritual.

            Los adeptos tomaron su lugar en el núcleo del santuario; murmullos dibujaban la obscuridad y en consecuencia el primer aullido desgarró el ambiente. Los lobos lusitanos lanzaron la primera mordida; dejaron en claro que tomarían los corazones de todos sus seguidores. Por consiguiente, revelaron los secretos prohibidos de unos ermitaños que manifestaron que el camino debería ser un lugar sin oraciones y sin banderas, un sendero de libertad. “The Greater Good” retumbó ante los congregados.

            Al terminar la primera canción, el lobo mayor, Fernando Ribeiro, agradeció a la jauría reunida y enfatizó la alegría e importancia de tocar en tierras mexicanas. Seguidamente, “Extinct” comenzó a sonar. Los licántropos emanaban su magia característica. Pedro, Ricardo, Aires y Hugo, el más nuevo entras las filas de la agrupación, mostraron en cada instante la pasión que tienen. Asimismo, Ribeiro hipnotizaba al público y los contagió de esa feroz energía que siempre destila.

            Una breve pausa llegó por problemas técnicos; no obstante, la energía no menguó. La masa eufórica gritó y gritó: “Moonspell”. Fernando, aprovechó para bromear con Hugo, baterista de la banda, acerca de que era su primer concierto en la CDMX.

            Después de arreglar los percances, un fantasma fue convocado al Circo Volador. El espíritu de la poesía lusitana se presentó; los lobos se convirtieron en nigromantes para traer la voz de Fernando Pessoa a través de los acordes de “Opium”. Los gritos resonaron y el deliro invadió cada espacio del templo.

Fotos hechas por Dilemma (conciertos)
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            Seguidamente, la boca el lobo escupió un noche eterna. La guitarra de Ricardo mostró su ferocidad y Hugo se postró como un señor del caos ante los tambores. Pedro hizo gala de ser un mago del teclado y Aires mostró el poderío de un bajo solido; al mismo tiempo, Ribeiro engulló el recinto con su gruñido. “Nigth Eternal” sin duda extasió a la manada.

            No había vuelta atrás, el hechizo ya no se podía quebrar y todos los que estábamos ahí debíamos llegar hasta el final del mundo con esos lobos. “Finisterra” no hizo navegar entre quimeras. Seguidamente, Ribeiro nos recordó dentro de nosotros se revuelve un ser abyecto que busca salir para aniquilar lo que hemos cimentado como un ser ante la realidad. “In and Above Men” con sus afilados riffs cortó la piel para dejar escapar aquello de no debería salir.

Fotos hechas por Dilemma (conciertos)
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            A continuación, unos solitarios tambores golpearon en la penumbra. Una fantasmal guitarra se unió y Ribeiro se puso la piel de un espectro que cubrió los cielos. “From Lowering Skies” nos recordó que muchas veces el antídoto que buscamos es un veneno. De manera posterior surgió una pregunta obvia: ¿Todos estamos sin pecado?  Las repuestas fueron “Mute” y “Abysmo”. Ante estas sentencias, todos recodamos nuestros pecados mientras Moonspell ejercía su embrujo.

            Para continuar con el ritual los lobos clavaron la esperanza en la oscuridad y “Nocturna” fue entonada. El espacio se volvió un negro corredor en cual la única guía era la voz de Fernando que volaba entre acordes claroscuros. Al terminar la última nota el resuello de una bestia fantástica se presentó; como resultado el suspiró se elevó para recodar que la ceremonia debía seguir hasta el aliento final.

            Lo siguiente fue recodar que significa la tragedia y el pánico de lo inevitable. El Circo Volador tembló en nombre del miedo. La música se volvió imágenes que nos llevaron a la caída de una antigua Lisboa.

Fotos hechas por Dilemma (conciertos)
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            El silenció del abismo se presentó y en un instante Ribeiro tomó la máscara de Fausto mientras luces infernales resplandecían. Como resultado de esto, “Mephisto” llegó para hacer un pacto con la audiencia mexicana. Como resultado, la banda inició la hechicería y la devora manada invocaba el nombre del del demonio.

            El recital estaba por terminar, pero aún faltaba derramar sangre. De modo que otro ser llegó a la cita, “Vampiria” clamó la sangre que le pertenecía y los ríos de sangre se desbordaron al sonido de los teclados de Pedro Paixão. La saudade de viejos tiempos se derramó en la noche mientras todo unían su canto al aullido de los lobos lusitanos.

            Como la nostalgia estaba clavada como una navaja entre la piel, era el momento de recodar los orígenes de cómo nos formamos y de dónde venimos, en este caso para muchos recodar cómo Moonspell es nuestra “Alma Mater”. El gruñido llegó al clímax y la manada respondió fielmente a ese himno que nos hace estremecernos y conmover hasta lo más profundo de nuestros corazones de lobo. Además, Ribeiro se entregó totalmente; bajó del escenario para ver frente a frente a toda jauría y aullar junto a ellos.

Fotos hechas por Dilemma (conciertos)
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            La sombra del final estaba por llegar; sin embargo, los lobos lusitanos tenían dos hechizos más para desplegar. “Tenebrarum Oratorium” salió desde las raíces más negras y violentas para avivar ese fuego que nunca ha estado olvidado. Para la gran conclusión, la locura se desató bajo el manto de la luna llena. “Full Moon Madness” fue entonada con toda el entusiasmo y entrega de todos aquellos que somos unos hombres que alguna vez fuimos lobos. Ante este coro de licántropos, los portugueses dejaron sus pieles de humanos y se dejaron ver como los lobos místicos que son.

            La ceremonia concluyó con unos Moonspell que ofrecieron un show sincero, lleno de pasión y con una magia perdurará por siempre en las memorias de los que pudimos contemplar su embrujo de luna una vez más.

Agradecemos a Dilemma Conciertos por este gran concierto y todas las facilidades.

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