Tras dos décadas aproximadamente de existencia, y a pesar de haber tenido algún que otro paréntesis a lo largo de su trayectoria; además de notables cambios en su formación, llegan de nuevo a la actualidad del Death Metal: los griegos SOULSKINNER.
Para esta entrega han facturado una decena de auténticas gemas de sonido tenebroso.
Este “Seven bowls of wrath” se abre con la inquietante intro “Tetraktys”. Un pasaje instrumental que discurre por secuencias que juguetean con orquestaciones épicas. Lo primero que te viene a la cabeza cuando la escuchas, es que se trata de una pieza ideal para abrir en directo.
Le sigue “Night”, enarbolando en este segundo corte la bandera del Death más pesado. Un ritmo ralentizado se cuela sutilmente entre las melodías que dibujan las guitarras. A mitad del tema es donde más presentes están. Y es ahí, cuando este disco consigue tener más brillo musical. “The principles of truth” incide otra vez en esa densidad tenebrosa. Sobrevuela el fantasma de bandas míticas de este estilo. Resaltar ese regate musical por no seguir el patrón que se percibe en el esqueleto que compone este tema. Eso sí, no dan respiro alguno cuando se trata de cambiar el rumbo de cada parte de la pieza. La voz gutural del ex Motify y Terra Tenebrae: Gothmog, aporta el matiz propio del estilo.
Un aspecto que a mí personalmente no me ha acabado de convencer es el tema de la producción.
En “Eternal”, se presiente el vuelo bajo del fantasma de OBITUARY, rozando terrenos sembrados de oscuridad por los maestros del Trash Metal extremo: SLAYER.
Digno de mencionar el trabajo a las guitarras a cargo de Vaggelis KR y Bill Zobolas, Pues consiguen sobresalir y respirar por encima del conglomerado rocoso que se filtra por los altavoces.
“Regeneration” adolece de nuevo de una brillantez en las mezclas finales. Mientras que “Primitive light”, es sin duda uno de los cortes con más carga de inspiración. Suena realmente Death.
El tema que da título a este álbum “Seven bowls of wrath”, que conjuntamente con “Angel of darkness”, nos adentran en lo más inquietante y sombrío de su estilo. Ambas se pasan el testigo con una tónica bastante similar. Aunque, que no lleve al equívoco: sin rasgo alguno de mera repetición. “Destroyer of world”, puede transportarnos al templo sagrado de la vieja escuela del estilo, pese a la bola sónica que se forma en alguno de sus compases.
El cierre corre a cargo de la que me ha parecido la mejor, o tal vez la que a un servidor más le ha gustado. Estoy hablando de “The death sea”. Un corte que sigue los patrones no escritos, pero que muestra que estos griegos están rodados. Que están dispuestos a seguir en la escena con el paso del tiempo. Conjuntamente con la virtuosa y citada con anterioridad: “Primitive of light”… de lo mejor.
Resumiendo: no estamos ante una obra que marque un antes y un después dentro del universo del Death Metal, pero se agradece el esfuerzo por parte de SOULSKINNER a la hora de volver al panorama musical.
Mejorable la producción. Más que nada en lo que a la batería se refiere.
A destacar la portada. Una obra del artista madrileño Juanjo Castellano. Sin duda alguna, aporta su arte a la hora de ilustrar esta entrega de la banda griega.
Un buen disco, que deja una puerta abierta a venideras entregas de SOULSKINNER, y que puede hacerles crecer como banda.