Transcendence es el flamante nuevo disco de Devin Townsend Project, el grupo de Devin Townsend, o quien me cambió la perspectiva sobre cómo ser metalero. Tras muchos años de desfases en sus múltiples proyectos paralelos, decidió echar el cierre a todo. Lo más curioso es que tras acabar con Strapping Young Lad, el grupo que lo catapultó a la fama, se tomó un par de años sabáticos para reflexionar.
Tras este merecido descanso, Devin dijo que cambiaba de vida radicalmente. Que pasaba de drogas y alcohol. Reconoció en público que formar parte de Strapping Young Lad había sido especialmente tóxico para él, y que renunciaba tanto a la música agresiva, como a seguir con la vida de chico malo que tanto se suele ver en el mundillo. Nos dio una lección a más de uno de que no es obligatorio ser un bala perdida para ser metalero.
Desde que empezara como cantante de Steve Vai ha sacado más de veinte discos entre sus diferentes bandas. Son muchos si tenemos en cuenta que tiene apenas 44 años. Esto nos da una pista sobre lo prolífico e inquieto que es a nivel musical, y más teniendo en cuenta que suele llevar el control absoluto sobre todos los detalles de lo que publica.
Con Transcendence tenemos ya el séptimo disco a cargo de Devin Townsend Project. Un muy buen disco con varios peros que expondré a continuación. Aunque primero lo positivo, como haría el propio Devin. Tenemos ante nosotros un álbum sumamente progresivo, con arreglos trabajados hasta la extenuación. Abre una revisión muy sinfónica de Truth, que ya pudimos escuchar en Infinity, con las voces de Anneke van Giersbergen (ex-The Gathering) acompañando a Devin.
En el primer tercio de Stormbending surge una increíble sección de rock progresivo que deriva en un solo de guitarra sencillo pero genial. Failure continúa el estilo sinfónico de Trascendence desprendiendo un toque épico que le sienta estupendamente. Después aparece Secret Sciences y su pegadizo estribillo. Entonces surge Higher, que con sus variadas e increíbles partes, la hacen con diferencia mi canción favorita de todo el álbum.
La progresiva Stars es tan dulzona que llega a ser casi empalagosa, pasándole lo mismo a Transcendence, la que da nombre al disco. Por suerte para cambiar el ritmo llega Offer Your Light en forma de heavy metal clásico y con Anneke tomando la mitad del protagonismo. From The Heart está muy bien balanceada entre sus sinfonías y las preciosas melodías vocales de Devin y Anneke. Termina el álbum una versión de Transdermal Celebration, de sus compatriotas canadienses Ween.
Así que ahora toca mojarse. Ante todo que quede claro que Transcendence me parece un muy buen disco, tanto a nivel técnico como compositivo, y respeto todo el trabajo que lleva detrás por parte de Devin Townsend Project al completo. Ahora bien, personalmente no me ha gustado tanto como esperaba. Hay tres canciones que me han encantado: Higher, Offer Your Light y From The Heart. Con las demás no he conseguido conectar por más que lo haya intentado.
Dándole muchas vueltas a la cabeza, creo que gran parte de la culpa es que Transcendence no suena fresco. No me refiero a que suene original, sino a que a ratos resulta excesivamente trabajado. Parte de ello se debe a la producción del álbum, a veces abrumadora, aunque entiendo que es tal y como le gusta a Devin Townsend Project, es su marca. La otra parte está causada por las propias canciones. Me da la impresión de que llevan tantas vueltas, tantos arreglos y tantas revisiones, que se ha perdido cualquier atisbo de espontaneidad, está todo absolutamente estudiado y retocado hasta el infinito.
Sin embargo, que quede constancia de que me gusta la música que hace Devin Townsend Proyect y el propio Devin. Su disco en solitario Ocean Machine: Biomech y el flipante City de Strapping Young Lad los considero clásicos atemporales. Simplemente quería enamorarme de Transcendence al completo y no lo he conseguido. A lo mejor es cuestión de gustos y a vosotros sí os da el flechazo. Ojalá, de verdad.
Aun se aceptan reservas de las camisetas de Metal Obscura, pero quedan muy pocas ya. Avisados estáis.