Re:Zero kara Hajimeru Isekai Seikatsu, más conocido por sus primeras 6 letras como Re:Zero y traducido como Re:Vida en un mundo diferente desde cero, es una serie que se ve publicada en el formato de novelas ligeras, manga y un anime con dos temporadas hasta el momento. Su título nos remite de inmediato a un anime isekai en el que el protagonista viaja a un mundo de fantasía con características medievales, y, en un primer vistazo lo es. Pero en este caso se diferencia por tratarse de una de las obras de terror psicológico más especiales y personales que podamos encontrar junto con, Midsommar, en los últimos tiempos.
La historia gira en torno a Subaru Natsuki, un estudiante de preparatoria que, al parecer, pasaba sus días encerrado en su cuarto sin salir a la escuela, y que invertía su tiempo en juegos, anime y manga (una situación que, de hecho, en Japón, es más común de lo que podrí parecer). Su viaje comienza de la nada al aparecer repentinamente en un mundo de medieval con gran diversidad de criaturas. Al ser un fanático de este tipo de relatos, el joven espera tener una habilidad especial que le haga destacar en el mundo, pero no la tiene. Su suerte cambia cuando unos ladrones lo atacan y es salvado por una mujer medio elfo que no revela su nombre y de quien el protagonista se enamora de inmediato. Él le ayudará a encontrar un objeto que le robaron a la joven, lo que los lleva a los barrios más pobres de la ciudad en donde son asesinados desde la obscuridad. Entonces nuestro héroe despierta en la plaza central de la ciudad con los recuerdos de todo lo ocurrido: su habilidad es volver a un punto en el tiempo después de morir.
Esta no es la primer obra que trata el tema, de hecho en occidente At the Edge of Tomorrow tuvo gran popularidad hace algunos años, película protagonizada por Tom Cruise y que en realidad es una adaptación de la novela All You Need is Kill de Hiroshi Sakurazaka. El cambio que podemos encontrar en el caso de Re:Zero es la reacción ante tal habilidad. En el metraje de Cruise el protagonista se adapta muy pronto a la idea y toma la habilidad como una ventaja para poder salir del ciclo en el que se ve encerrado. Por su parte, Subaru sufre con cada muerte, sufre con lo que ve en cada intento de mejorar las cosas, de hecho evita fallecer a toda costa.
Este es uno de los primeros puntos que convierte un anime que parecería una comedia romántica en una obra de terror puro: el miedo a la muerte. La historia toma la idea y la explota para que cada muerte sea pesada para el espectador, que cada vez se sienta el sufrimiento y dolor por el que pasa al saber que su vida está por terminar de modo inevitable. Esto es acompañado de la tragedia antes de cada reinicio. Los arcos de la narración son conflictos que Subaru trata de superar del mejor modo posible y en los que no se encuentra involucrado únicamente él. Todos sus conocidos, todas las personas que le demuestran un mínimo de afecto sufren las consecuencias de sus acciones de modos distintos, al punto de que los ve morir en repetidas ocasiones durante sus intentos. La habilidad que le fue otorgada también lo sume poco a poco en una inevitable locura.
Pero, curiosamente, lo dicho no es el punto central del horror que contiene, a pesar de ser algo que es bastante aterrador por sí mismo. Las piezas clave, y la que harán que muchos se sientan identificados con lo que ocurre, aun sin darse cuenta, son la soledad y el deseo de rendirse.
El deseo de desistir también puede ser tratado como el miedo a la vida misa, el cual se contrapone con el miedo a morir antes mencionado. Los retos que Subaru afronta no son fáciles, al contrario, cada vez lo llevan al límite psicológico y debe afrontarlos solo. El poder regresar de la muerte es una maldición que le impide hablar de ello. De este modo el protagonista no solamente siente la responsabilidad de ayudar a quienes le rodean, también se ve imposibilitado de pedir ayuda. El espectador contempla su viaje y la presión por la que pasa hasta que se dice la frase “rendirse no es fácil”. La carga de la vida cotidiana, el sentir que se ha intentado todo sin lograr nada, algo que muchos experimentan en su día a día, se ve representado en esa línea. El terror no es algo que nos sea ajeno, es una situación que muchos viven de modo constante. Esto nos lleva a la otra pieza clave que ayuda a empatizar con la historia.
El miedo a la soledad. Como se dijo antes, Subaru no puede contar a nadie sobre su habilidad ni sobre lo que está enfrentando, por lo que se encuentra solo. En este plano la soledad proviene del exterior, de factores fuera de su control. Pero no es ese aislamiento al que más le da importancia, de hecho el que tiene más peso en el desarrollo del personaje es el que proviene de su interior. Con el transcurso del relato la idea de que es el protagonista quien no reconoce el apoyo que los demás le ofrecen se presenta de modo cada vez más explícito. Cuando el protagonista es expuesto a recuerdos de su vida en su mundo natal y la perspectiva de sus múltiples muertes a partir de lo ocurrido después de su deceso ayudan a que el espectador pueda notar que esa soledad solo puede ser superada a partir de reconocer a los otros.
Entonces contamos con tres ejes en los que descansa el horror: la soledad, la vida y la muerte. En conjunto construyen un callejón sin salida en el que no solo está el protagonista, de hecho muchos se encuentran ahí. La sociedad actual ha hecho explicito que gran parte de la población se siente de ese modo. Existe la presión por ser exitosos en diversos ámbitos, pero, sobre todos ellos, destaca el aspecto económico, por lo que se puede sentir que, en el ambiente laboral actual, no se ha logrado ninguna meta a pesar de todos los esfuerzos realizados; el miedo a la vida. Otro problema importante que las nuevas generaciones comienzan a sacar a la luz es la falta de empatía y la importancia de los problemas psicológicos; un tema bastante ignorado hasta tiempos recientes. Sentir que no hay nadie con quien hablar, ya sea por miedo o por temor a ser hechos menos, pero que también proviene de no reconocer a quienes nos pueden apoyar; el miedo a la soledad. Por último el temor de morir en el fracaso y la soledad, quitando todo sentido a nuestro paso por el mundo; El miedo a la muerte.