Al mencionar a Sólstafir, nos referimos a un de las bandas de Islandia más destacadas; con una trayectoria de 25 años y 7 discos de larga duración. Desde la publicación de su álbum debut de 2002 hasta la actualidad, hemos notado una evolución musical sin miedos y buscando un sonido que represente sus inquietudes y su visión artística.
La banda tuvo sus comienzos en el black metal, pero su exploración de sonidos los ha llevado a experimentaciones con el post-rock, el progresivo; matices psicodélicos y zarpazos de hard rock. Con todo este torrente de cambios musicales, la banda ha sabido cautivar a su público de una manera honesta, sin etiquetas y restricciones.
En este caótico año Sólstafir publicó, por medio de Season Of Mist, el 6 de noviembre su séptima placa: Endless Twiligth Of Codependet Love. Trabajo con nueve canciones y una duración de 1:02:56.
El álbum abre con una apoteósica canción de diez minutos, Akkeri. Lo que se escucha es una dulce combinación de lapsos melancólicos y energéticas guitarras,que se conjuntan en un baile de claroscuros. Después de eso, nos enfilamos hacia un sendero de nostalgia. Drýsill nos transporta a viaje introspectivo, en cual los acordes y melodías desarrollan diferentes texturas que nos permiten hundirnos en una tenue añoranza.
El siguiente sendero es Rökkur, un tema lento en el que sonidos de cuerdas predominan. Pasajes pausados y una voz profunda nos arrastran hacia lo más profundo del ser, donde nos hayamos con la sensación de ver un vetusto amanecer. Posteriormente, nos aborda Her Fall from Grace, única canción en inglés del disco. En este pasaje, se exhibe un afable himno al dolor. Guitarras profundas y una voz cautivante nos ahogan en una plegaria consagrada al miedo y al sufrimiento de ver como un ser querido va perdiendo la cordura.
El remanso se quiebra y la guitarra distorsionada se posiciona para que Sólstafir nos entregue un tema lleno de rabia y locura. Dionysius se impacta con aquel sentimiento de la tragedia y el desenfreno de lo dionisiaco. Riffs potentes y una voz rasposa hacen que el fuego dentro del pecho arda con demencia. Además, hay algunos momentos de estruendo que se acercan un poco a sus raíces en el black metal
Subsiguientemente, una neblina macera todo el ambiente; de ella surge una melodiosa voz que empuja al escucha a una sensación de calidez. La pieza con sutiles ataques de teclado acentúa un canto saudoso y reconfortante. Til moldar, es tema que nos permite comprender esta travesía sonora, en cual los pensamientos golpean mientras se dibuja la imagen de un crespúsculo, que parece ser símbolo de aquel amor que nos lleva a la destrucción y la dependencia. De nueva cuenta, el poder las guitarras surge en Alda Syndanna, un tema rockero, contundente y lleno de vitalidad. Aquí, hay un elegante balance de la voz raposa y profunda.
Como preámbulo del inevitable final, el aullido de un viejo blues nos toma por sorpresa. OR se manifiesta con la aparición de un piano triste que ennegrece las atmósfera y nos hace beber tragos de antiguos recuerdos. La guitarra llora junto a una voz que parece hablarnos sobre el desencanto de la vida. Por consiguiente, llega el momento de un clímax, en que explota todo el dolor junto a las guitarras furiosas.
La pieza que cierra el disco lleva por nombre Úlfur. En esta canción, la soledad y la desesperación emergen de unas guitarras que gruñen como una tormenta. La voz se desbarata en versos punzantes; asimismo, los riffs se conducen como las olas de un trastornado mar; embates de locura se unen con melodías afligidas. La canción avanza con emotividad hacia el final de este bello y trágico trabajo. Sin embargo, el mensaje parece ser que el dolor no termina, pero podemos disfrutar del placer de sentirnos dependientes a la melancolía
En suma, Endless Twiligth Of Codependet Love es un álbum bien logrado, en cual el sentimiento de añoranza nos lleva a diferentes cavilaciones. Sin duda, un excelente trabajo para disfrutar una noche de recuerdos y reflexiones.