9 de noviembre del 2024; la noche que el Gato Calavera se tiñó de blanco y negro.
Eran las 9 de la noche cuando mis pies se posaron en la pista general del Gato Calavera después de haber bebido una cerveza junto a mi hermano en la barra del sitio donde el Festival Gótico 2024 se llevaría a cabo, fue entonces que lo vi caminando rumbo al escenario; un hombre con mohawk, falda escocesa y chamarra de piel, tomó el escenario con seguridad, seguido por su compañero, quien vestía un maquillaje sin igual en todo el recinto. Entonces se presentaron; ¡Esta basura es Trapo Dolls! Gritaron, acto seguido; una descarga de acordes agresivos llenos de intensidad inundaron el recinto del Gato Calavera, no podía dar crédito a lo que mis ojos veían; Trapo Dolls hizo parecer fácil tener la responsabilidad de ser la banda que apertura un escenario gracias a la naturalidad y soltura con la que interpretaron su música. Tras tocar varios de sus temas, se despidieron pidiendo que el ambiente no decayera y siguieran dándolo todo, tanto los asistentes como las bandas que también subirían al escenario.
Tras unos beats que uno de los dj’s invitados colocó en las tornamesas, subió al escenario entonces Frequence Noir para poner a bailar a los asistentes, su música hizo que mis pies sintieran la necesidad de moverse al ritmo de su tempo, el vocalista no dejaba de animar a la gente a que bailara, brindara y se sintiera más viva que nunca, todos hicimos caso y comenzamos a bailar y a brindar con él, el duo siguió con su presentación, tiempo durante el cual la energía de los asistentes nunca bajó y muy por el contrario, cada vez se sentía más y más como el Gato Calavera se encendía y pedía más y más música por parte de los exponentes. Frequence Noir cerró su presentación agradeciendo por el cariño, dejando la vara en alto para la siguiente banda. «Tiempo de ir por otra cerveza» me dije.
El escenario sufrió un par de cambios; la batería se hizo presente; Luna Misty tomó su posición y comenzaron a dar un espectáculo lleno de un performance increíble, Luna, la vocalista, combinaba su voz con el movimiento hipnótico de sus manos, todo esto hizo que el espectáculo brindado por la banda, fuera una combinación de un show que fue entretenido desde el inicio hasta el fin, sin dejar de mencionar que las notas de la guitarra hacían una mancuerna increíble con el espectáculo que todos los asistentes estábamos presenciando. Luna Misty cerró su presentación, dejando a los asistentes con hambre de más, todos estábamos expectantes, hambrientos de seguir escuchando lo que nos había reunido en esa noche; buena música del mundo goth.
El acento chileno sonó entonces por el audio, CADAL había subido al escenario para dar una cátedra de lo que el país del sur puede ofrecer en materia de Post punk – cold wave, la batería, el bajo y la guitarra gritaron con furia, llenando el foro del Gato Calavera de un estilo único, CADAL dio una presentación impecable, demostrando que el país chileno tiene un gran exponente, el cual sabe combinar letras potentes y ritmos únicos «¡Awante, México!» fueron las palabras del guitarrista al agradecer a los asistentes por los gritos y los aplausos al final de cada una de sus canciones, «!Awante, CADAL, la puta madre!» fue lo que respondí a la banda, dándoles una respuesta que tal vez no se esperaban. (Gracias a mis amigos chilenos por las enseñanzas sobre modismos de Sudamérica) el trío terminó entonces su presentación, dejando a los asistentes más enérgicos que nunca, todos pedíamos más y el Gato escuchó nuestros gritos, gritos desesperados por seguir escuchando música llena de talento sin igual.
Al rededor de las 12:30 a.m., ellos subieron al escenario con un outfit brutal; La procesión de lo infinito, banda de Colombia del género Post punk – gothic rock, hizo su aparición, los seguidores abarrotaron la pista para poder verlos y escucharlos lo más cerca posible, cantaron cada uno de sus temas y aplaudieron al final de cada una de sus canciones, la banda dio una presentación impecable, en la cual, combinaron la magia de una voz perfecta con una guitarra llena de notas que provocaban sucumbir ante ella. Cada canción fue subiendo más y más el ánimo de los asistentes, quienes no dejaban de cantar y bailar al ritmo de la banda. La procesión de lo infinito demostró que Colombia es un país lleno de talento en los géneros que menos imaginas. Y así como subieron, tuvieron que bajar, dejando uno de los shows que más he disfrutado en mi vida.
El Gato Calavera fue testigo de uno de los mejores festivales del año, un festival donde pudimos apreciar un cartel lleno de talento nacional e internacional, con voces duras y otras más dulces y llenas de magia pura, baterías que escupían furia y guitarras que nos hicieron olvidar que somos simples mortales, dándonos una noche inolvidable. Se les dijo y quedó confirmado; el evento nos hizo amar aun más al movimiento goth.
¡Larga vida al goth!
