La banda norteamericana de metal progresivo Sons of Apollo, compuesto por los exintegrantes de Dream Theater, Portnoy y Sherinian, adicionados con la intensidad del vocal Jeff Scott Soto y el guitarrista Ron “Bumblefoot” Thal, la inclusión del maestro del bajo Billy Sheehan, propiciaron una noche inolvidable de éxtasis musical, para la comunidad progresiva.
El recinto del Circo Volador reunió a estos grandes músicos, mismos que propiciaron, una sinfonía de su álbum debut “Psychotic Symphony”.
La cita fue el 6 de abril, con una entrada aceptable, dentro del foro se notó la intensidad, de escuchar un nuevo proyecto, del estilo progresivo. Al filo de las 8 de la noche, los reflectores se encendían y los integrantes anunciaron su llegada con su tema God of the Sun, los ánimos se encendieron en cuanto los músicos elevaron sus tonos, posteriormente Scott Soto, entro en acción y alentó a toda la audiencia, con su portentosa voz.
A los costados, las habilidades de Sheehan y Bumblefoot en las cuerdas, las secuencias ejecutadas a la perfección por Sherinian en los teclados y la intensidad de Portnoy en la batería.
Prosiguieron con Sings of the Time y Divine Addiction, con el cover Just Let me Breathe (Dream Theater), Portnoy desató su furia en los platillos, y en Labyrinth, Sherinian lució sus habilidades con el teclado, recordando a la audiencia los bellos momentos con la banda norteamericana.
Las pulsaciones de los asistentes se intensificaron al presenciar el primer solo de la noche, Billy Sheehan mostró su habilidad y técnicas en el escenario, ovacionado por el público, inició Lost in Oblivion
Llego el momento de lucidez por parte de Scott Soto, que con su portentosa voz, cantó a capella Propeth Song y Save Me (Queen), en compañía de Bumblefoot, desencadenaron la balada Alive, tema que da una gran lección de vida.
Finalmente llegarían a la parte Instrumental y Opus Maximus, sonorizó todo el foro, con las sorprendentes habilidades de los músicos, inmediatamente de tal magia sublime por los maestros, Derek Sherinian, ejecutó un acto solitario en los teclados, para cerrar con otro gran cover, titulado Lines in the Sand (Dream Theater).
Algo que resaltar de esta parte final, de las filas centrales arrojaron la bandera mexicana, contagió al vocalista que la mostró en su esplendor, resguardando la enseña nacional entre el atril del micrófono.
Debido a tanta magistral exhibición que propició el grupo, los asistentes aclamaron por otro toque lleno de energía, por parte de los músicos y cuya explosión se propició con Coming Home. Tema con el cual, Circo Volador cimbró tanto por el sonido, como por el saltar de la gente.
El grupo finalizó su show y se despidieron de los asistentes, agradeciendo una noche de destellos progresivos, misma que los presentes, lo mantendrán como un gran recuerdo.
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Fotografías tomadas por: André Dulché