Crónica sangre y fuego
Texto de José Juan Garnica Flores
La primera edición del festival Sangre y Fuego en la CDMX te recibe con los brazos abiertos. En punto de las 16:00 horas comenzamos a escuchar los acordes de Corvus Noctis. Desafortunadamente, por cuestión que no controlamos, no pudimos entrar al recinto en el horario marcado y nos fue imposible tomarles fotos, pero desde afuera sonaban bastante bien.
El segundo acto corre a cargo de Salduie, directamente de Zaragoza. Esta banda tiene toda la actitud del mundo y nos regala una gran presentación. El ambiente festivo va en aumento
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Como invitados de último momento, legan los poderosos Angelus Apátrida, directamente de Albacete. No hay miramientos, su performance es brutal y contundente; nos regalan una prestación exquisita de puro thrash de altísima calidad.
Después de la masacre, necesitamos un respiro, el cual nunca llega, puesto que Lépoka, oriundos de Castello de la plana. Se arma una celebración a todo lo que da. Ritmos de ska con sonidos folk, metal y demás géneros y sub géneros ponen a todos los asistentes a bailar y a brincar con un vaso de cerveza en la mano y en el otro tu amigo que también brinca grita sin papar. Una verdadera fiesta.
Por último, llega la leyenda. Saratoga luce impecable. Más de dos horas con solos de batería, bajo, ejercicios de vocalización y un repertorio enorme que nos lleva a sus trabajos más viejos y hasta los más actuales. Sin lugar a dudas, la cereza del pastel para este festival.
Un gran festival que promete algo grande para su siguiente edición.
Agradecimientos especiales a Eyescream por todas las facilidades.