El sábado 8 de diciembre, después de hacer todas mis diligencias matutinas, me dirigí al centro del la ciudad. Ese día se celebraría un homenaje Edgar Allan Poe. Entre los ecos coloniales y el murmullo de una ajetreada modernidad me dirigí al Museo Nacional De Las Culturas Del Mundo, sede donde fue la tertulia en honor al escritor americano. Me adentré en aquel edifico que resguarda el pasado; subí al segundo piso; fui recibido, de manera amable, por el personal de Katz Productions. El acceso a la ceremonia fue muy sencillo y rápido. Posteriormente, ingresé a un añejo y elegante salón para tomar mi asiento y esperar el inicio de la ceremonia.
Con un brindis de absenta y palabras elocuentes comenzó la tertulia para uno de los escritores más importantes e influyentes de la literatura universal. Un retrato de Poe nos miraba con aire inquisitivo; nos seducía para invocar su presencia; todos los asistentes hicimos el pacto para convocar al padre del relato moderno y llegar hasta el final de aquel ritual.
El primero en rendir homenaje al escritor fue un viejo y respetado conocido de la escena obscura mexicana: Cristhian Chavero, director, editor de la editorial Sangre y Cenizas y de la legendaria revista Dark. La charla de Chavero verso sobre la escena gótica y Poe. La plática, en primera instancia, se dirigió al gótico, el uso y contextualización del término, a lo largo de la historia. Seguidamente, el ponente explicó el trabajo literario del americano, los géneros que fueron trabajados por el autor del Cuervo y las técnicas empleadas; asimismo, dejó en claro la importancia de Poe para la cultura gótica y para toda la literatura.
Lo siguiente fue un cuadro teatral del poema El Cuervo. La representación estuvo a cargo de Nada Producciones. La parte escénica la desarrolló el escritor Adrián Gallardo Nada y la musicalización fue cortesía de David Ortega, músico de la banda Guarneruis. La puesta fue llevada con un ritmo melancólico e íntimo. La declamación de Gallardo nos conducía por aquella plutónica noche en la que el pasado golpeaba la memoria. Seductor y envolvente fue el réquiem que Nada producciones le ofrendó a Poe.
De manera posterior, arribó una mítica figura de la literatura undergeound mexicana: Carlos Camaleón, quien es un respetado escritor, director y editor de La Sangre De Las Musas y un aguerrido gestor cultural independiente. Desde el primero momento, Camaleón se adueñó del recinto y llevó a los feligreses a un viaje a través del séptimo arte. El escritor habló de la gran influencia de Poe en el cine; además, mostró diferentes ejemplos y figuras del cine ligadas a Poe. Como referentes de esto, señaló a actores como Vincent Price, Boris Karloff, Lon Chaney. Además, analizó películas que son un verdadero homenaje y otras que me manera dudosa podrían serlo. Sin duda, Poe es una figura que se ha vuelto un referente de la cultura contemporánea; en esta charla se dejó ver lo importante que ha sido su influencia en las películas, ora para directores, ora para actores.
Para seguir con el homenaje al escritor, se hizo una bella adaptación escénica del Retrato Oval. La puesta fue realizada por Bela Kinski y Loes Hache. Ejercicio escénico fue breve, pero hecho con gran pasión y profesionalismo. Los actores nos transmitieron el sentimiento de ambición, perfección, amor y horror que dan el efecto a la obra original.
El momento el umbral del final llegó de la mano de la carismática Vudulicius, quien es directora de la compañía teatral ¿Almas Perdidas?, escritora, creadora y organizadora de Danza de Brujas. Su ponencia se centró en la influencia que Poe ha tenido en la música. Con una alegría y pasión Vudulicuis nos llevó por diferentes pasajes sonoros que fueron desde la música cámara hasta el post punk, el metal, el blues y el industrial. Como aquel que comparte un tesoro escondido, ella sonreía al deleitarnos con esos tributos sonoros al escritor americano.
La ceremonia llegó a su fin; Katz Productions despidió a sus asistentes con cariño; anunció su próximo evento dedicado al Marqués de Sade. Sin duda, la tarde dedicada a Allan Poe fue un total éxito, en el que el talento y los invitados de la productora brindaron un digno tributo a uno de los más grandes escritores.