Nacidos como una especie de escisión de Origin, la conocida banda de brutal death técnico de Kansas, Unmerciful se formó en el 2001 con los ex-miembros Clint Appelhanz (guitarra) y Jeremy Turner (bajo y guitarra).
Cinco años después lanzaron Unmercifully Beaten, un potente disco que sonaba realmente bien, y ahí quedó la cosa. Han tenido que pasar diez años para tener un segundo contacto con Unmerciful, a través del recién salido Ravenous Impulse. De los componentes originales ya sólo quedan los curtidos Appelhanz y Turner, pero han fichado al magnífico batería de Origin, John Longstreth, lo que significa que Unmerciful son ahora mismo tres quintas partes de Origin.
Devorando el disco intensamente, confirmo que suenan un poco a éste grupo. Ataques vocales parecidos, ritmos similares, y riffs que recuerdan a los Origin de los primeros discos. El asunto es que tampoco se puede decir que Unmerciful sean un clon, porque siendo sincero, Ravenous Impulse me gusta mucho más que cualquiera de los tres últimos discos de Origin.
Unmerciful se apoyan en su maestría que se necesita para tocar bien en este género para que no suene todo a ruido, y han compuesto un muy buen álbum. No se han dedicado a mostrar lo buenos músicos que son, se han enfocado a sacar canciones de calidad, más sencillas y variadas que las que hace el grupo de donde provienen la mayoría. Abriendo el disco, las dos primeras canciones, Unmerciful y Abcission, asustan un poco, porque sí que suenan claramente a la primera época de Origin, pero es sólo una falsa alarma.
La homónima Ravenous Impulse ya marca diferencias con sus variadas secciones de ritmos y gruesas guitarras. Se empieza a intuir que este brutal álbum está organizado para que vaya de menos a más. Del disco en general destacaría especialmente Sotiopathic Predation, con sus riffs a lo Suffocation. Methodic Absolution, instrumental y musicalmente muy variada -hablando siempre dentro del contexto del brutal death técnico-, cierra el disco.
Ravenous Impulse no da un momento de respiro, consiguiendo ser un duro competidor como disco death metal del año para Wormed y su increíble Krighsu. Adrenalina en estado puro para los amantes del género. Una banda sonora infernal para todos los demás.