CONOCIENDO A MELT BANANA

MELT BANANA son una muestra más de lo fascinante que resulta la cultura japonesa. Su forma particular de entender el cine, la música, el manga y su férreo sentido del honor han sido inspiración para muchos occidentales.

Se formaron en 1992 por los fundadores Yasuko Onuki (vocalista) e Ichirou Agata (guitarrista) y poco después se les unió Rika Hamamoto al bajo. En toda su historia no han conseguido tener un batería estable, ya que, según Yasuko, no han encontrado a nadie que pudiera llevar al directo las ideas que tenían. Lo más parecido a su batería ideal es Dave Witte (Discordance Axis, Municipal Waste, Brain Tentacles…), encargado de tocar con ellos en las giras americanas y europeas entre el 2001 y el 2005, y de quien se rumorea que programó las baterías del disco Cell Scape.

Entiendo que la pregunta que viene ahora sería: Sí, todo eso está muy bien, pero ¿a qué suena Melt Banana? Pues muy sencillo: imposibles de clasificar en algo concreto. Su fórmula principal es el noise con tintes grindcore y hardcore, pero a su manera. Lo mezclamos todo con un poco de electrónica en forma de samples, los miles de efectos que mete Agata con su guitarra -tiene una pedalera construida por él mismo de la longitud de una tabla de surf-, la peculiar voz de Yasuko y tenemos a Melt Banana.

Cuando los escuché por primera vez en el disco Cell Scape, creo que lo primero que me atrapó de ellos era lo original que sonaba todo. Yasuko sonaba como a voz de dibujos animados mientras blast beats, ritmos hardcore y otros más pegadizos se combinaban a la perfección con las guitarras marcianas de Agata y el bajo de Riku. Tiempo después, indagando en toda su discografía, descubrí que Cell Scape era el disco más normal.

Sí, no nos engañemos. Melt Banana hacen lo que le da la gana y les da igual si te va a gustar o no. En su último disco de estudio, Fetch, se permiten meter una grabación de ranas croando durante casi un minuto en medio de la canción Zero+, que termina siendo insoportable. Es algo que pasa a menudo, escuchándolos habrá canciones que te resultarán infumables, especialmente las que son más noise, pero habrá otras muchas que son pura genialidad. Otras en las que piensas que sólo se le podría haber ocurrido a unos japoneses medio locos, en el buen sentido, por supuesto.

Sus primeros discos, Speak Squeak Creak, Scratch Or Stitch, Charlie o incluso Teeny Shiny no suenan especialmente bien, además con toda la intención. Y es una pena, porque ayuda al noise y al caos, lo entiendo, pero personalmente me gusta apreciar la música, y para eso es necesaria una buena producción. Aun así hay joyas increibles como Mind Thief, las sietes canciones cortas de escasos segundos que encadenan siempre en sus directos (Bragg, Stick Out, Screw Loose,…), la furiosa Scratch Or Stitch, la curiosa y breve His Name Is Mickey, el caos de Cannot, o la maravillosa Free The Bird.

A partir del disco Cell Scape, el cual recomiendo como introducción al grupo, Melt Banana decidieron ser algo menos alienígenas y escribir canciones más memorables. Bambi´s Dilemma y Fetch fueron los siguientes, donde continuaron una línea más hardcore y accesible, olvidando parte del noise.  De esa segunda época destacaría A Dreamer Who Is Too Weak To Face Up To, la pegadiza If It Is The Deep Sea, la variada A Hunter In The Rain, Heiwaboke Crisis y su velocidad extrema, o las divertidísimas The Call Of The Vague y Green Eyed Devil.

Con su último disco de estudio Fetch me pasa algo curioso. Lo grabaron después de la catástrofe nuclear de Fukushima, y tanto Agata como Yasuko reconocieron que el desastre les había afectado profundamente. El asunto es que Fetch tiene una atmósfera de tristeza subliminal a lo largo de todo el disco como pocas de las que me he encontrado hasta el momento. La hardcore Vertigo Game es casi alegre, pero aun así deja un regusto melancólico y algo angustioso. Donde más acuso estas sensaciones es en My Missing Link y especialmente en Schemes Of The Tails. Las voces de Yasuko e incluso las guitarras de Agata parecen compartir emocionalmente el horror y la desesperación de estar presentes en un desastre y ataque indirecto contra la naturaleza como fue el de Fukushima.

Al margen de sus discos de estudio cuentan con un directo, varios EP, y otro par de discos recopilatorios de singles y caras B, por lo que su discografía es más que ámplia para quienes quieran profundizar. Hacen además curiosísimas versiones de otros grupos que merece muchísimo la pena escuchar, como Monkey Man de los Maytals, Tintarella Di Luna de la cantante italiana Mina, o la superior a la original Love Song de los británicos The Damned.

Desde hace unos años, poco antes de que lanzaran Fetch, decidieron prescindir de los servicios de su bajista Rika, pasando a ser un combo de dos personas. En sus directos llevan pregrabadas las líneas de bajo y de la caja de ritmos, llevando Yasuko tanto el control de éstas como de los numerosos samples con un curioso aparato. Ver a Melt Banana en directo tiene pinta de ser una experiencia única que no pienso perderme en cuanto tengan pensado pasarse por España.

Algo más abajo os dejamos una lista de reproducción de nuestro usuario MetalObscura de Spotify junto con un video de The Hive, perteneciente a Fetch. Espero de verdad que por lo menos no os dejen indiferentes.

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