Jornada al corazón de la hoguera: Candelabrum Metal Fest III

Jornada al corazón de la hoguera: Candelabrum Metal Fest III

Este mundo siempre fue, es,

será fuego enteramente vivo.”

Heráclito

Pre-fiesta

Comenzamos la gesta alrededor de las 8:00. El trayecto fue un tanto caótico; sin embargo, después de casi ocho horas, León nos recibió. Un suspiro y con las alas de Icaro en los pies fuimos a Rock Burguer Distrito para la pre-fiesta.

Al llegar, la gente ya presenciaba la ferocidad de GodBelow. Los oriundos de León encendieron la primera chispa con actitud de hierro para que la gente pudiese comenzar a sumergirse en lo que sería una aventura imborrable.

Luego fue el turno de Sutura. Un golpe directo al cráneo, sin contemplaciones. La directriz era aniquilar. El ánimo creció entre notas de poder y el misterio de la noche. Poco a poco más y más rostros mientras la agrupación de CDMX hacía su labor sobre la palestra.

Seguidamente, con los motores bien calientes, Hagel dio un paso al frente. Ante la masa atenta, se desplegó la malicia de una voz taladrante. Iveth, cantante de la escuadra regiomontana, cautivó al público con conjuros lóbregos matizados con acordes de abatimiento.

El sudor sobre el piso y la sensación del horno trajeron a The Pit. Un rugido sobre los cristales y riffs directos. La gente seguía las guitarras con las melenas. En esos instantes, el corazón de Candelabrum cruzó la puerta. El señor Khezia Quintero tomó lugar para descansar un momento de las labores menesteres de la hoguera. El mosh nació; el termómetro dijo que podría subir la intensidad a la velocidad de los queretanos.

Las sombras y el bochorno sobre el recinto. Algunos ya en sus hoteles y lugares de descanso para prepararse para el festival. Por otro lado, varias sombras seguían con convicción para escuchar el áspero heavy metal de Dark Meditation, quienes brindaron una actuación apasionada para todo asistente que persistió.

 

Sonidos fúnebres sobre el altar. El preámbulo de la combustión final que dio paso al comienzo, omega y alpha. La masa que se mantenía en pie recibió un atisbo del fuego prometeico. Morta Skuld se coronó. Un verdadero rey del death metal, que hizo huracanes y levantó los gritos con su nombre. Inclusive el enmascarado de plata, versión no autorizada, se hizo presente para mostrar sus mejores movimientos al son de la brutalidad. Así cerró el primer día, un presagio de algo enorme.

Primer día

El 7 de septiembre, nuestro cuerpo se adentró en las puertas de la Velaria. Las primeras llamaradas fueron recibidas por un DJ. Asimismo, la gente recorrió los locales de mercancía. En punto exacto de las 12:00, la flama se encendió con Phantom, banda de Querétaro, que entró con velocidad inclemente. Quizá hubiese pocos reunidos en esos instantes; no obstante, una fuerza nació. La mecha se encendió; la dinamita reventó.

fotos de Mayra Ortiz, Perla Vigueras y Óscar BioratoCandelabrum Metal Fest
fotos de Mayra Ortiz, Perla Vigueras y Óscar Biorat Candelabrum Metal Fest

Nuestra siguiente misión, la conferencia de prensa inicial de Candelabrum por Khezia Quintero, el cual se manifestó tranquilo y alegre. Se habló acerca del impacto económico en León, la grata relación entre las bandas y el festival; además, se dejó en claro que se sigue adelante con esa ciudad como casa.

El tránsito de personas aumentó y sobre el escenario aparecieron las notas bien cargadas de Devil´s Whiskey. La multitud bebió un denso licor para unirse a las historias de muerte y sentir el toque de la obsidiana. La llama se extendía sobre el recinto.

fotos de Mayra Ortiz, Perla Vigueras y Óscar BioratoCandelabrum Metal Fest
fotos de Mayra Ortiz, Perla Vigueras y Óscar Biorat Candelabrum Metal Fest

En el tiempo de espera para el siguiente acto, observamos el panorama. Un rostro una sonrisa por aquí, por acá. Una mirada expectante aquí y allá. La emoción estaba latiendo sobre el suelo. A lo lejos la presencia de James Mcbain del Hellripper, que convivía de manera amable con los fanes.

Con la brisa de la tarde, se reveló la negra crudeza de In Obscurity Revealed. En ese momento, nuestro ojo observa cabezas que golpean el aire con los primeros signos de bestialidad. Las flamas se retorcían y cuerpos de las primeras filas se estrujaron contra la valla. El ímpetu aumentó y la mano de la locura escarlata se extendió por el templo del fuego.

fotos de Mayra Ortiz, Perla Vigueras y Óscar BioratoCandelabrum Metal Fest
fotos de Mayra Ortiz, Perla Vigueras y Óscar Biorato Candelabrum Metal Fest

 

La siguiente parada, la conferencia de Devil´s Whiskey. La emoción y el agradecimiento, las primeras emociones sobre la mesa. Con una actitud bien fajada, se habló de la gran calidad de la escena mexicana, sobre la esencia del grupo, la dualidad de cantar en español e inglés; sumado a esto, se expresó que el ideal a alcanzar en la escena nacional debería ser el respeto y la objetividad.

Nubes grises trajeron el abrazo de Hades sobre la tierra. Notas de pesadilla sobre los sueños de los asistentes. Spell hizo gala de un heavy metal hipnótico, con el cual cautivó los corazones de las llamaradas. La ovación para los canadienses ardió y su firma quedó en los pergaminos del Candelabrum.     

fotos de Mayra Ortiz, Perla Vigueras y Óscar BioratoCandelabrum Metal Fest
fotos de Mayra Ortiz, Perla Vigueras y Óscar Biorato Candelabrum Metal Fest

Hasta aquel punto, no hubo novedades, el sonido en general era potente y claro, las cervezas frías y las opciones adecuadas, agua y refrescos suficientes. Los baños se mantenían limpios con la gran labor del personal. Ningún retraso en los horarios. Todo sin ningún percance.

Las manecillas sin demora, una marcha exacta. Sedimentum robó el podio; dejó en claro su experticia. Una cátedra de death metal, que testimonió un lugar más que merecido en la casa de la llama. Los factos expresos, moshpits y cráneos en movimiento.

fotos de Mayra Ortiz, Perla Vigueras y Óscar BioratoCandelabrum Metal Fest
fotos de Mayra Ortiz, Perla Vigueras y Óscar Biorato Candelabrum Metal Fest

La siguiente agenda fue Spell en la carpa de prensa. Una alegría chorreante y las sensaciones de un recibimiento efusivo que los dejó hechizados. La fogata avanzó sin tregua y en el escenario arribó Gates Of Isthar. Un acero bien afilado al temple del fuego exacto. Gritos al cielo y lágrimas melódicas. Riffs de una soledad temeraria y puños altivos para acompañar una destacada cruzada. El público totalmente satisfecho.

fotos de Mayra Ortiz, Perla Vigueras y Óscar BioratoCandelabrum Metal Fest
fotos de Mayra Ortiz, Perla Vigueras y Óscar Biorato Candelabrum Metal Fest

De manera posterior, los medios se reunieron con Cruel Force cuya actitud fue alegre y divertida. Las ganas de salir a tocar eran tan evidentes. Seguidamente, vientos de guerra, una amenaza sobre la Velaria. Archgoat emergió con sadismo sonoro. El ataque malévolo volvió a las llamaradas parte de sus huestes. La carne chocó con odio ensordecedor y la metralla al rojo vivo sobre el recinto. Sin duda, esto pasará a las leyendas de la hoguera como una de las historias más salvajes.

fotos de Mayra Ortiz, Perla Vigueras y Óscar BioratoCandelabrum Metal Fest
fotos de Mayra Ortiz, Perla Vigueras y Óscar Biorato Candelabrum Metal Fest

Otro patrullaje en el terreno, en el que vimos al señor Quintero al pendiente de todos los detalles, un verdadero general que avanza en las primeras líneas codo a codo con su escuadrón. Después el momento de caer en el reino de la Parca llegó. Sorcerer puso la estrella del alba en el centro de las brasas y el sermón de rebeldía retumbó. Presencia imponente y una voz ciclópea entre hechicerías. El séquito levantó los cuernos para honrar a los suecos en punto del crepúsculo.

 

Las cervezas atizaban la hoguera y los ánimos eran una estatua inamovible. La experiencia no tenía grietas. Las bandas estuvieron al máximo y el sonido fue excelente. No cabría una queja objetiva. Quizás para muchos la peccata minuta, la comida. El área de oportunidad señalada por los asistentes es que necesitan más opciones.

El día murió; Cruel Force trajo la noche. Progresiones de salvajismo y navajas letales en forma de riff. El hacha cayó; el trueno retumbó entre las sombras. La lumbre se propagó; por consiguiente, el slam se avivó. “A huevo, pendejos” fue la sentencia para el caos mientras las siluetas sentían la locura. Un ilustre descontrol.

fotos de Mayra Ortiz, Perla Vigueras y Óscar BioratoCandelabrum Metal Fest
fotos de Mayra Ortiz, Perla Vigueras y Óscar Biorato Candelabrum Metal Fest

El paso de Cronos prosiguió con Picture. Los veteranos demostraron la bravura de sus corazones y el heavy metal puro despuntó con brillos mortales. Coros poderosos y puños en alto. Cada asistente se unió a la obscuridad eterna y la banda dejó diamantes perpetuos en el libro del fuego eterno.

El siguiente fue un acto muy solicitado, Saturnus. Susurros y angustia de terciopelo. La piel sintió escalofríos y la melancolía inundó la Velaria. Sueños desbocados en la dulce pesadumbre y las llamaradas puestas sobre el fino candelabro. Gritos y lágrimas en una tormenta interna. Qué momento tan emotivo. No se puede negar que el doom es un núcleo palpitante en Candelabrum y Saturnus lució la esencia del festival.

fotos de Mayra Ortiz, Perla Vigueras y Óscar BioratoCandelabrum Metal Fest
fotos de Mayra Ortiz, Perla Vigueras y Óscar Biorato Candelabrum Metal Fest

La fatiga y los estragos del alcohol ya hacían huella en algunos; sin embargo, la fuerza de la flama seguía presente. Al replique de las 10:20, Terrorizer avanzó tal cual fuese un tanque. Disparos sin misericordia y el recinto tomó la forma de un campo de batalla. Sandoval  y Vincent comandaron el asaltó nocturno sin miramientos. El público se estremeció en las trincheras. Bryan Werner se lanzó con todo su arsenal y Richie Brown apoyó el fuego con puntería certera. Empujones, golpes y gruñidos para proclamar la victoria del escuadrón del terror.

fotos de Mayra Ortiz, Perla Vigueras y Óscar BioratoCandelabrum Metal Fest
fotos de Mayra Ortiz, Perla Vigueras y Óscar Biorato Candelabrum Metal Fest

La medía noche asomaba sus fauces cuando la motosierra de Dismember irrumpió. Notas tajantes y brazos tatuados de convicción. La hoguera se revolvió con violencia y la energía se levantó como magma. El fuego de Prometeo se moldeó en las manos de los titanes del estruendo y los adoradores esculpieron pieza por pieza el nombre de sus deidades. La media noche se tiñó de rojos delirios y el moshpit ardió y ardió al igual que un horno infernal. Cada gritó fue el testimonio de un día que cerró con máxima gloria.

fotos de Mayra Ortiz, Perla Vigueras y Óscar BioratoCandelabrum Metal Fest
fotos de Mayra Ortiz, Perla Vigueras y Óscar Biorato Candelabrum Metal Fest

Segundo día

La puerta de la catedral del fuego abrió y sus adeptos fueron llegando poco a poco. A las 12:00, comenzó el ritual de Matalobos. Su veneno se extendió sobre las venas de las primeras siluetas. Guitarras inquietantes y pasajes sombríos bajo el rayo del sol. Gritos al contemplar el esplendor mortal de los oriundos de León. Una ceremonia de magia y teatralidad para construir el exordio perfecto.

Tambores, tambores… el sonido de un vetusto mal.  El signo de Mordor sobre la Velaria. Riffs forjados en el monte del destino, un ataque sin reservas y temibles filos para llevar a todos a las sombras. Ash Nazg Burz sobre el escenario con poderío y con fieles seguidores entre el público. Alaridos de guerra para los nazgul mientras se veía entre canciones una marcha de orcos guiados por la lengua negra. Una actuación apabullante y con gran convocatoria.

Fotos de Zeus López y Óscar BioratoCandelabrum Metal Fest
Fotos de Zeus López y Óscar Biorato Candelabrum Metal Fest

Todo comenzó nuevamente con vientos favorables. La primera conferencia fue con Matalobos, quienes hablaron sobre su experiencia en el festival, la apertura del doom en conciertos masivos, su evolución. Asimismo, se tocó el tema sobre su nuevo álbum, que será conceptual y hablará de leyendas de Guanajuato.

Después volvimos al escenario para recibir un potente death metal por parte de Question. Barbarie desde los primeros instantes. La brutalidad no podía faltar en la tarde del domingo y cada devoto recibió una buena carga de adrenalina con un set aniquilador de la agrupación.

La tarde era bastante calurosa y la adrenalina derrochada por Question se podía sentir como vaticinio de un día memorable. En los momentos de descanso, la gente se acercó a conversar, comprar y disfrutar el momento. Por otro lado, por los pasajes de la Velaria, vimos una versión de Batman que salió de Gótica para resguardar la flama sagrada. No cabe duda que Candelabrum puede convocar grandes personalidades.

En la carpa de prensa apareció Ash Nazg Burz. Nos comentaron sobre las sensaciones de estar en el escenario de este festival, el cómo compaginan sus otros proyectos, de su crecimiento y sobre un nuevo disco que está en camino.

Seguidamente, las campanas doblaron y el sermón de la densidad comenzó con Bell Witch. Desasosiego y confusión entre pasajes cavernosos. La multitud escuchó con atención el lento andar sobre el laberinto. Una experiencia de introspección. Tal vez no fue el momento más ardiente ni con más mosh; no obstante, fue un deleite demencial para el público que aspiró la música de los americanos.

De manera posterior, Witherfall apareció con el manto de la tormenta. Notas intrincadas y una heroica voz. Un verdadero despliegue de virtuosismo que fue como ambrosia en las mentes de los espectadores. Técnica, precisión y un corazón ardiente es la descripción de la hazaña de la banda de los Ángeles.

Fotos de Zeus López y Óscar BioratoCandelabrum Metal Fest
Fotos de Zeus López y Óscar Biorato Candelabrum Metal Fest

En ningún festival deben faltar los momentos de exquisita podredumbre y el encargado fue el legendario Don Cochino con su versión de Pugnet Stench. El bailogo se armó y los ecos de un grasiento metal deleitaron a las llamaradas. Mucho mosh, mucho descontrol y mucha felicidad.

El sol se pegaba en la ropa y la tarde se diluía, pero las ganas por más metal se quedaron. De un baúl de tesoros salió Pagan Altar. Guitarras sólidas y cargadas de magia. La muchedumbre respondió al llamado de los druidas y un rito de fuego pagano engulló el recinto. Recuerdos del ahora y un legado presente en cada nota.

Fotos de Zeus López y Óscar BioratoCandelabrum Metal Fest
Fotos de Zeus López y Óscar Biorato Candelabrum Metal Fest

De la gélida Noruega vino un gigante y consigo trajo la ventisca. Tulus arremetió con fuerza y la flama danzó entre los vientos helados. Los espectadores se regocijaron y cumplieron con creces sus expectativas. La agrupación se rompió el alma y con justa razón vino el merecido aplauso.

Los últimos rayos de la tarde murieron; un engendró apareció a 666 kilómetros por hora. Hellripper desató el caos desde el primer rugido. Una energía primitiva emergió y todo el público se sumió en la potencia infernal McBain. Los cuerpos chocaron en mosh dignos de cualquier epopeya. La velaría tembló entre brujerías frenéticas. Los honores y elogios volaron y la victoria de la cabra quedará grabada por siempre.

Fotos de Zeus López y Óscar BioratoCandelabrum Metal Fest
Fotos de Zeus López y Óscar Biorato Candelabrum Metal Fest

Algunos soldados caídos por el alcohol o el cansancio eran parte ya del ornamento; sin embargo, la hoguera rebozaba y había mucho por venir. Una garra de tiniebla y sonidos de navaja irrumpieron. Psychonaut 4 tejió una cadena de dolor. Sirios mortuorios en las mentes y la voz de Lord Lokhard (cantante de Norcturnal Depression) en los ojos. Una capa de desesperanza y la sensación de vidrios en las muñecas. La flama sangró y cada espectador sintió la soledad del vacío.

El pecho hecho un nudo y rostros cansados, la noche en vilo. Sólstafir acudió a la invocación con claroscuros para arrancar suspiros de las miradas vidriosas. Sentimientos a flor de piel ante el sosiego de la naturaleza y la inclemencia de la tempestad. La espera valió cada maldito momento que fue capturado en la memoria de las llamaradas. Sin duda, la música es uno los leguajes más profundos y puede transmitir mensajes más allá del idioma; esto quedó en claro entre Sólstafir y su público

Fotos de Zeus López y Óscar BioratoCandelabrum Metal Fest
Fotos de Zeus López y Óscar Biorato Candelabrum Metal Fest

¿Cuántas historias a la luz de la hoguera? ¿Cuántos momentos inolvidables para las llamaradas? El camino a la perfección parecía el destino ineludible. Por otro lado, en la víspera del final, azufre y humo junto a formas siniestras. Un estrépito y luego la puerta del infierno abrió sus entrañas para dejarle el paso a los demonios. Una blasfema eucaristía en el templo de la llama y los feligreses entregados al pecado. Odio y lujuria supuraban de los ostinatos. Cantos infernales reventaron los pulmones y la fatiga parecía un lejano fantasma. La negra masa observó fielmente la misa maldita y alzó una voraz letanía para que fuese oída en todo León: Gorgoroth, Gorgoroth, Gorgoroth…

Fotos de Zeus López y Óscar BioratoCandelabrum Metal Fest
Fotos de Zeus López y Óscar Biorato Candelabrum Metal Fest

            El final era inevitable, pero tendría que ser una hoguera que los dioses viesen y sintieran la hybris; en consecuencia, Exodus tomó la antorcha de Prometeo para arrasar todo a su paso. La perfección de la violencia se hizo presente y dejó en claro que el vínculo de sangre entre Candelabrum y sus llamaradas se sostiene y se mantendrá. Los últimos círculos de locura se enaltecieron con majestuosidad. La noche se desgarró ante la marcha de una legión de puños de hierro. Zetro Sousa fue un avatar del desconcierto y Holt un héroe de la destrucción. El último vals en el centro de la fogata se encendió con la cólera de una bestia mítica. El fuego lo engulló todo y la victoria fue revelada.

Fotos de Zeus López y Óscar BioratoCandelabrum Metal Fest
Fotos de Zeus López y Óscar Biorato Candelabrum Metal Fest

La última y más emotiva imagen que capturamos fue a Khezia Quintero en un abrazo cargado de alegría y satisfacción con su pareja. Después de todo el esfuerzo, amor y compromiso se encumbraron las alas de Nike y se constató que la flama perdurará.

Nosotros queremos citar las siguientes palabras para concluir nuestro relato: “El fuego de Prometeo como faro de vida y de progreso, como antorcha del conocimiento que debe alumbrarnos por todo el tránsito de la vida”. Desde este punto, Candelabrum es el ejemplo de cómo debe ser la relación entre un festival y sus asistentes. Verbigracia, la manera en que el compromiso y la honorabilidad pueden generar confianza, un cambio y dar luz en este periodo obscuro para los eventos masivos de metal.

Agradecemos a Khezia Quintero, Urieli Hernádez, Amaranta Torres y a todo el Staff de Candelabrum.

 

 

¡Que la llama siga ardiendo!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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