Este sábado 18 de Febrero teníamos una cita el inefable Yesucore y yo en el bar El Válgame, en Lo Pagán, Murcia. De la mano del mítico Alberto López, conocido en la escena murciana por tocar con los ya disueltos Hellbound, y su productora Hellbound Productions, estábamos altamente predispuestos a disfrutar de una estupenda noche con los cartageneros Injector y los madrileños Holycide. Y no nos equivocábamos.
Llegamos a El Válgame con algo de tiempo extra. Esto nos permitió disfrutar de la excelente música y brebajes del bar, hacer un reconocimiento del lugar, y maravillarnos ante la espléndida camaradería que se respiraba en el ambiente. Desde luego, si viviéramos más cerca, iríamos más a menudo. Al rato, pudimos identificarnos y tener una entrañable charla con Fas González, locutor de Underground Radio San Javier, y con Alberto López de Hellbound Productions. Alberto no tardó en ponerse a nuestra disposición para todo lo que necesitáramos a la hora de cubrir el evento, algo que es muy de agradecer. Había bastante gente, más de la que esperábamos, e incluso muchas caras conocidas de habernos visto en conciertos similares.
Nos chocó ver a Dave Rotten, el vocalista de Avulsed, por allí. Me hice la paja mental de que había ido para apoyar a Holycide, ya que sí sabía que pertenecían a su discográfica, Xtreem Music. Qué detalle, vaya tío más comprometido con su gente, pensé. Ya volveremos a este punto más adelante.
Bueno, al lío.
INJECTOR
Injector abre el espectáculo con una intro sacada de la banda sonora de Robocop. Un toque bastante original. Nada más terminar la introducción, empiezan a descargar su thrash metal con rabia. Lo primero que llama la atención es la poderosa y atronadora batería de Alberto, de quien además era su concierto de despedida, ya que dejaba amistosamente Injector para centrarse en otros proyectos. Como siempre pasa, al principio el público es demasiado tímido o no ha bebido lo suficiente para acercarse más al escenario.
Se me desencaja la mandíbula cuando tocan Breathe The Lust, de su EP Harmony Of Chaos. Un temazo muy rápido e intenso que despierta ráfagas de adrenalina en la gente, haciendo que se acerquen y apelotonen en las primeras filas. Se empieza a caldear el ambiente. Tras un solo bestial de batería, ejecutan Thirst For Blood de su último disco. Más lenta que la anterior, cuenta con mejores riffs de guitarra, unos pegadizos coros, y unos cambios de ritmo muy bien integrados. El intermedio con arpegios consigue una atmósfera progresiva y siniestra, un cambio inesperado. Se nota mucho la progresión musical de Injector en sólo dos años. Se ganan un buen aplauso al terminarla.
Poco más tarde se marcan una versión de los legendarios Coroner, Masked Jackal. Al sonar el riff del principio, muchos la reconocen y aparece una expresión de entusiasmo por todo el bar. La ejecutan a la perfección, e incluso la tocan un poco más rápida que la original, haciéndola más agresiva. Aquí es donde me acuerdo del grupo Death, por la forma de tocar de Injector y las voces de Dani. En Decieved By God, todas las cabezas seguían al unísono el breakdown a mitad del tema. Alucinante la parte final con esos riffs cabalgando sobre el doble bombo, de lo más intenso de la noche.
Ya al terminar con el penúltimo tema, Justice By Fire, en medio de atronadores aplausos, Injector nos avisan de que sólo les queda una canción. Le dedican una emotiva despedida a su batería, Alberto, dándole las gracias por todo el tiempo que ha estado con ellos. Así da gusto, un adiós no tiene por qué ser doloroso. Así que, el grupo entero se prepara para terminar de aplastarnos tocando Last Day Of Greed, echando los restos en este estupendo tema repleto de buenos cambios de ritmo. Se les notaba algo emocionados con esta pérdida. El público ovaciona con todas sus fuerzas a Injector. Lo han dado todo y nos han regalado un espectáculo alucinante. Hay sonrisas amables por todo el bar.
Un poco más tarde pudimos hablar un rato con ellos, y nos comentaron noticias frescas: están grabando ya su segundo disco de larga duración en el estudio de Dani, y han probado ya con algunos baterías. Parece que lo tienen todo bastante controlado, así que si siguen escribiendo canciones tan geniales como las que escuchamos, y continúan dándolo en el escenario, podemos estar seguros que a Injector les espera un fulgurante futuro. Me alegro de haberme cruzado con ellos y su música, a veces no sabemos lo que tenemos en nuestra propia casa.
HOLYCIDE
Tras el recital que dieron Injector, salimos fuera a echar un cigarro y reponer fuerzas. No pasa mucho tiempo hasta que Alberto Hellbound sale a la puerta para avisar que Holycide empezaban, arrastrando a la gente de vuelta a El Válgame. Un detalle que nos gusta porque denota dedicación y compromiso, y que no se suele ver muy a menudo.
Así que tras el aviso entramos de nuevo para coger un buen sitio. Aquí viene el momento WTF, cuando vemos que Dave Rotten está subido en el escenario con el resto de Holycide, sosteniendo el micrófono (mis notas contienen exactamente estas palabras: canta el payo de Avulsed!). Esto promete -pienso-, he visto a Avulsed un montón de veces en directo, y sabe dar espectáculo y repartir caña.
Efectivamente, a los pocos segundos, Holycide comienzan a destruir tímpanos abriendo con Afterworld Remnants, la primera canción de su flamante nuevo disco Annihilate… Then Ask! Entramos en éxtasis al escuchar una maravilla de riffs y ocasionales blast beats que elevan al máximo la intensidad en puntuales momentos. Dejan claro que tocan thrash metal, añadiéndole una energía extra que me recuerda a Demolition Hammer. Como pasó con Injector, el público todavía no se atreve a acercarse demasiado, circunstancia que no tarda en cambiar. Además, al terminar la canción, nos informan de que es la primera vez que Holycide toca fuera de Madrid. ¡Todo un honor señores!
La fiesta continúa con Eager To Take Control, un tema que tiene un inicio brutal con esos blast beats cortesía de Jorge. Rotten no para de moverse, dando una muestra de sus tablas en el escenario. El guitarrista Miguel le ayuda metiendo unos buenos coros junto con el bajista Dani, mientras que no paran de soltar pesados riffs por todos lados. Pasan a descargar las frenéticas Leather Spikes Chains & Blood y Motörhead, haciendo que la gente se aproxime al máximo al escenario.
Entonces ocurre una hecatombe. Anuncian que van a tocar una versión. Ni más ni menos que Benneath The Remains, de Sepultura. Suenan los acordes del principio tras los aplausos de celebración, y al entrar los riffs distorsionados se lía la de dios. El que no hace headbanging es porque está a más de 500 metros de El Válgame. La poca timidez que le quedaba al público se esfuma de un plumazo. Holycide clava la versión y le añade un extra de velocidad y contundencia. Al terminar se escuchan vítores y palmas por todos lados.
Dave Rotten organiza un wall of death para la próxima, pero avisa que será a mitad de la canción y no al principio. De repente, en el público, el mítico Markitos se apodera del micro y se marca un monólogo imitando a Chicote haciendo que nos partamos todos de risa. El buen rollo inunda el lugar. Holycide ejecuta Bonebreaker, y en mitad del tema se lía el wall of death prometido, derivando a un mosh pit general del que más de uno sale huyendo medio lisiado. No podía ser menos, haciendo honor al título de la canción.
Esto deja a mucha gente exhausta, pero en Apocalypse Rider, del EP Toxic Mutation, Rotten se pone literalmente una máscara antigás mientras que Miguel clava un solo. La gente vuelve a llenar las primeras filas como respuesta. Suenan unas palabras de Holycide agradeciendo la labor de Alberto Hellbound, y éste sube al escenario ofreciendo su gratitud a todo el público por venir. Los asistentes empiezan a acusar el cansancio con tanto headbanging, pero Holycide no se acomodan y siguen dándolo todo visceralmente. Incluso Rotten, al concluir Deserve To Be Erased, tiene el detalle de bajarse del escenario y darle la mano a cada uno de los habitantes de las primeras filas.
Anuncian otra versión, Losers, esta vez de los norteamericanos Détente. Por supuesto le dan el tratamiento Holycide, acelerando la canción y metiéndole en el momento justo unos épicos blast beats. La gente disfruta muchísimo la canción, el aplauso final es máximo. Markitos vuelve a hacer una actuación especial, esta vez con una imitación de personajes de Futurama. Las risas abarrotan El Válgame. Sin embargo, ya queda poco para que termine el espectáculo. Human’s Last Dawn y unas bromas de Rotten resucitan al personal. Le dedican la siguiente canción, No Escape, a Alberto de Hellbound Productions. El headbanging es general y compartido entre todos. El público pide otra, rabiando con ganas.
Holycide avisan que es ya la última, a lo que la gente reacciona montando un buen mosh pit nada más sonar Annihilate… Then Ask! Dave Rotten, como el buen frontman que sigue demostrando que es, se baja para participar con todos. Sin parar de cantar, se va moviendo por todo el bar, animando a todos los presentes, incluso a mi, que estaba más retirado tomando notas (aquí creo que le di sin querer un golpe con el hombro, ¡perdona tío!). El público canta a grito pelado el estribillo del tema. La complicidad con la banda es máxima. El concierto termina. Se hace duro tener que volver a casa y abandonar un ambiente tan de colegas y de buen rollo.
Epílogo: han pasado ya un par de días de esta experiencia y las buenas sensaciones se mantienen. Queremos agradecer especialmente a Alberto de Hellbound Productions por el trato amistoso que tuvo con nosotros, las charlas sobre música, y sobre todo por organizar eventos de semejante calibre en la Región de Murcia. No podemos olvidarnos de darle también las gracias a El Válgame Rock Bar de Lo Pagán, Murcia. Estuvimos muy cómodos y a gusto allí, e incluso pudimos hablar un rato con el propietario y lo felicitamos cuando nos comentó su intención de seguir colaborando en espectáculos así. No hay que olvidar que el concierto fue totalmente gratuito para todo el público, un detalle que no nos dejó indiferentes. Ojalá haya más oportunidades en el futuro para que Metal Obscura coopere tanto con Hellbound Productions como con El Válgame Rock Bar.
Por cierto, las fotos tan espectaculares del concierto son de Yesucore. Yo sólo estaba apartado en la barra, haciendo que todo el mundo me mirara con cara rara. No estaba escribiendo en mi diario, señores, estaba tomando notas para esta reseña.