Retrogore es el ya noveno disco de los belgas Aborted. Tras unos primeros discos prometedores entraron en una dinámica algo repetitiva de la que, en mi opinión, ya salieron en su anterior álbum, The Necrotic Manifesto. En gran parte considero responsable de este cambio al fichaje del guitarrista zurdo Mendel bij de Leij que hicieron en el 2012.
El death metal no sólo es tocar a toda velocidad. Si no tienes buenos riffs en los que apoyarte estás vendido, y Retrogore está repleto de ellos. Por otro lado, si tampoco hay cambios de ritmos constantes en la batería, es fácil atragantarse con este estilo musical. Ken Bedene se encarga a la perfección de este cometido. Svencho, el cantante y ya único miembro fundador, no debería dejar que se escapen estos dos miembros bajo ningún concepto.
En todo caso Aborted son una máquina perfectamente engrasada, una picadora de carne experta en triturarlo todo. Retrogore consigue ser un disco muy intenso, de esos que te cargan las pilas. La segunda canción homónima, Retrogore, te pega una patada en la cara desde el primer segundo. Cadaverous Banquet además de contar con un riff mentalmente infeccioso cuenta con la participación de Julien Truchan, vocalista de Benighted.
Tras una introducción de una película de terror, Bit By Bit da una auténtica lección de que los ritmos rápidos también pueden ser pesados y que seguir el tempo de la canción con la cabeza puede provocar graves lesiones cervicales. En Divine Impediment tienen como cantante de apoyo a Travis Ryan de Cattle Decapitation. Justo a continuación podemos deleitarnos con las paradas súbitas y arranques que contiene Coven Of Ignorance, todo adornado con los estupendos riffs y disonancias de Mendel e Ian Jekelis.
Con Retrogore, Aborted no hacen más que consagrarse como un grupo de los grandes. Cosa que ya me quedó mas que clara después de ver cómo en el Resurrection Fest del 2014 se comieron con patatas a bandas clásicas como Suffocation y Obituary. A escucharlo toca.
