El atardecer siempre es un espectáculo hermoso, sobre todo cuando puedes apreciarlo desde la fila de un concierto a un lado del Jardín Pushkin. A las siete de la tarde del quince de Marzo del 2019, ya se podían contar bastantes decenas de aficionados al “true” Heavy Metal que ha surgido alrededor del mundo durante los últimos 15 año; la llamada New Wave of Traditional Heavy Metal (NWOTHM), que cuenta con varios exponentes que han comenzado a ser muy reconocidos, Striker, Enforcer, Cauldron, White Wizzard; pero a los que les toca estar bajo las luces, son a cuatro jóvenes llenos de energía, provenientes de Toronto Canadá, Skull Fist.
Cerca ya de las siete con treinta minutos, inicia el acceso al lugar del evento, ese tan famoso ya “Multiforo Alicia” que abriera sus puertas un primero de diciembre de 1995 y que hasta la fecha sigue dando patadas combativas, sobreviviendo a las amenazas de clausura y sin perder nunca su esencia como espacio icónico de defensa de los derechos y la libertad de expresión.
Uno tras otro de los asistentes iba mostrando sus boletos y pasando por una revisión minuciosa por parte de los elementos de seguridad del lugar, principalmente, se ponían a resguardo cajetillas de cigarros y encendedores, aquellos que hayan visitado “El Alicia” entenderán el porqué de esta medida. El foro en sí es un primer piso de alrededor de 200 metros cuadrados y una capacidad de alrededor de 500 personas, sin mucha ventilación o iluminación, sin embargo, si ya tienes experiencia en el lugar, sabes que vale la pena pasar los calores y la falta de aire, si puedes estar presente en un acontecimiento histórico, cómo lo es ver a una de tus bandas favoritas entregarlo todo en el escenario a menos de 20 metros de ti.
Noche de Cuero y Angel de Metal
Puntuales a la cita llegaron los cuatro elementos de una banda con más de 20 años de trayectoria, “Angel de Metal”, trayendo con ellos una sorpresa especial, siendo el debut en el escenario para Mario Arturo Baltazar aporreando con fuerza los tambores.
Ver a “Angel de Metal” en vivo es una experiencia única, son profesionales hasta la pared de enfrente y se notan las tablas clásicas de las enormes bandas del Hard Rock y el Heavy Metal a nivel mundial; impecable ejecución, manejo del escenario, integración del público. Seas o no seas fan, sea tu primera vez o ya los sigas como acosador personal, no podías quedarte callado con el coro de “Devorando el asfalto” y por supuesto, “Noche de Cuero y Metal”
Guerreros Cruzados, Metal Tongue
Convocados a esta fiesta y sin dejar duda de por qué, subieron al escenario los cinco integrantes de Metal Tongue, para darnos una lección de cómo se hace buen Heavy Metal. Haciendo temblar cada recinto en el que se han presentado desde sus inicios en 2011, fueron mostrando las canciones pertenecientes al disco “Las Puertas” que vio la luz por fin en 2016 e interpretar lo que ya podría considerase cómo su primer gran clásico, “La Cruzada (Guerra Santa), cautivando la atención de los asistentes con una canción romántica, que es el adelanto de su segundo álbum y que lleva por nombre “Fantasmas”. Platicando con Eric Castillo, bajista de la banda, nos adelanta que a finales de abril nos van a sorprender nuevamente, liberando un nuevo sencillo con un invitado sorpresa.
En general, estuvieras al pie de escenario, haciendo fila en la barra para rehidratarte, o disfrutando tranquilamente pegado a alguna pared, “Metal Tongue” fue capaz de llevarse gratamente tu completa atención.
Time to Get Fisted
Después de un merecido descanso para los asistentes, que ya llenaban el lugar casi por completo, comenzó a crecer la expectación cuando detrás de las cortinas salió la figura de JJ Tartaglia para acomodar de manera muy extravagante la batería y sus accesorios; cualquier persona que haya tocado percusiones en la vida se sorprendería de la atura y la posición en la que coloca sus platillos. Una muy rápida prueba de sonido y estaba listo, dándole espacio a Jonny Nesta y su magnífica guitarra, luciendo un muy interesante corte de cabello, mucho más corto de lo que habíamos visto en años pasados y con un carisma especial, aumentando la emoción de casi quinientas almas hambrientas de ritmos acelerados, riffs filosos y voces estridentes.
Casey Slade en el bajo, tomó muy poco tiempo para prepararse, denotando ese profesionalismo marcado que estos artistas llevan poniendo en alto desde hace varios años, y al último el mismo Zach Slaughter, generando gran expectativa, ya que, durante la grabación de su último disco, “Way of the Road”, tuvo problemas para grabar la voz principal, debido a sus recientes problemas de salud, que casi hacen que cancelen sus presentaciones en Europa, incluyendo el Wacken del 2017.
Contra todo pronóstico, Zach está de vuelta y sin haber perdido un gramo de su talento vocal, abriendo el concierto con Ride the Beast, despertando del letargo a los asistentes, que por primera vez en la noche comenzaron a saltar eufóricamente realizando esa tradicional danza del Heavy Metal, el “Slam” o “Mosh Pit”. Cómo un conocedor de distintos géneros de este baile, y digo conocedor ya que me he llevado buenos “recuerdos” cuando me he dejado llevar por el frenesí, me atrevo a darle un consejo a los que están cerca; este baile es una representación de la libertad, donde el plan no es lastimar al que tienes enfrente o a un lado, todo lo contrario, es un momento donde puedes hermanarte con desconocidos que tal vez se parezcan mas a ti que tus propios hermanos, donde tienes la oportunidad de darle la mano al caído y lanzarlo hacia adelante, donde puedes verdaderamente sentir la energía de la música; el consejos es este, si no te gusta, si no te puedes entregar sin afán de querer lastimar a tus congéneres, ni te acerques, no contamines con violencia aquello que nació para hacernos más libres.
Volviendo al punto y una vez que se apagaron esos fuegos fatuos de violencia y conatos de peleas, el concierto siguió adelante, con alguna que otra falla técnica en la guitarra de Zach, pero sin dejar que la energía decayera. Grandes canciones del nuevo disco, You Belong to Me, I Am a Slave, los viejos clásicos Get Fisted, Zach pidiendo coros en You are gonna pay y la energía a tope tanto en el escenario cómo entre el público, saltos, gritos, coros, declaraciones de amor para los artistas, peticiones de descendencia para los Canadienses, Hombres y mujeres desmayados al ver los fornidos brazos de JJ, los agudos impresionantes de Zach; pero un elemento común para todos, el calor. En un par de ocasiones Jonny mencionaba que los fans presentes le impresionaban por el aguante impresionante que tenían.
Ya se veía el final del festejo y la banda se retiraba, para volver a salir y se retiraba, para volver a salir a complacer a los asistentes que no paraban de pedir más y más.
Finalmente, después del encore con No False Metal y Ride On, Skull Fist se despidió calurosamente con Like a Fox, dejándonos satisfechos y en un éxtasis total.
Postludium
Escuché a Skull Fist por primera vez gracias al soundtrack de la película “Deathgasm” y me volví ferviente seguidor, después de que habían venido en sendas ocasiones a México, por fin tuve la oportunidad de verlos en vivo.
Creo y espero estar en lo correcto, que tienen todo para llegar muy lejos, espero verlos seguir adelante y un día recordar con alegría aquella noche de marzo en que pude verlos entre nubes sudor evaporado en el “Multiforo Alicia”
Gracias especiales a Eric Castillo, bajista de “Metal Tongue”, y Miguel Anhell guitarra y Voz de Angel de Metal por dejar el estandarte del metal mexicano en alto.
Agradecemos a la productora el traer este tipo de agrupaciones a nuestro país.
El hombre es el producto de su fe y sus vicios, la belleza, es el reflejo de la profundidad del alma de quién la mira.
Texto: Marqués de Montecristo