Domingo 8 de diciembre del 2024, el día que me declaré fan de huesos negros de QBO.
Después de un cambio de locación, el Fuck Off Room fue testigo de uno de los conciertos que más he disfrutado en la vida; QBO me dio una lección de lo que es una banda que da el alma y el corazón por sus fanáticos. Caía la tarde – noche del día, cuando los fanáticos y yo nos reuníamos en el foro, el color negro y las actitudes excitadas era lo que más predominaba entre la gente que esperaba ansiosa por ver sobre el escenario a la alineación de la banda, he de reconocer que no era un seguidor fiel de la banda, iba con mucha curiosidad y emoción de ver a una de las bandas que un buen amigo de nombre Jonathan me había recomendado hace ya unos meses atrás; «La banda toca muy chingón y el guitarrista tiene una técnica impecable» me dijo, y entonces, esa misma tarde – noche fue que lo pude confirmar; notas llenas de talento, furia y sentimiento fueron todo lo que pude escuchar durante todo el evento, los fans no dejaban de gritar, aplaudir y corear cada una de las canciones interpretadas por la banda, la cual, no dejaba de agradecer a los fans por el apoyo y todo el cariño mostrado en cada minuto que estuvo sobre el escenario. Cada uno de los músicos mostró gran maestría en el manejo de sus instrumentos sin dejar de lado la actitud por la cual me hice fan de ellos en ese mismo momento; una mezcla entre actitud rebelde pero agradecida con sus seguidores. Cada uno de sus temas mezclaba potencia, sentimiento y una letra llena de emociones, las cuales sin duda eran lo que todos los fans habían acudido a escuchar. El calor de los gritos de emoción, una gran iluminación por parte del foro y los movimientos de la marea de todos los que estábamos ahí, hizo que la euforia se hiciera aun más, no podía creer la forma en la que la banda conectaba con todos, incluso con los nuevos seguidores de su proyecto, tal y como yo lo era, sin embargo, entendí todo mientras reflexionaba en mi camino de vuelta a casa, justo después de que toda la magia terminó; QBO convierte cada una de sus canciones en una experiencia única, mezclando letras con las cuales puedes llegarte a sentirte identificado, sumado a una alineación que hace que cada acorde suene lleno de sentimientos y potencia, tal cual lo había percibido con las primeras canciones que había escuchado por parte de ellos, sin dejar de lado ese sentimiento de agradecimiento que generan en cada uno de sus fans al sentir que cada aplauso es retribuido por ellos en su increíble performance. Llegué a casa, feliz de haber podido presenciar a una banda como ellos, una banda con un estilo único, una banda que realmente se entrega en lo que hace, una banda llamada QBO.