Las máscaras del monstruo: Convención Nacional de Asesinos Seriales 4

Las máscaras del monstruo: Convención Nacional de Asesinos Seriales 4

“Los monstruos son reales, y los fantasmas también:

 viven dentro de nosotros y, a veces, ellos ganan.”

Stephen King

 

 

¿Has pensado en la máscara que utiliza tu vecino cuando te saluda? ¿En las que usan tu padre y tu madre? ¿O quizás la tuya? ¿Qué son los secretos que están debajo? ¿Qué monstruos habitan en el otro y en nosotros mismos?

Nuestro mundo está plagado de monstruos que usan los disfraces de un hombre carismático, el de un profesor insignificante, un distinguido personaje de la comunidad, un introvertido, un manipulador, un hijo devoto y muchos más. Todos ellos capaces de transgredir los límites de la moral y la sociedad. Además de intoxicar nuestra existencia con fantasmas que nos asquean, dejan confusas nuestras mentes y sacuden la realidad con sus actos inhumanos.

El asesino serial se erige como el rey de las atrocidades y anatema de la humanidad; sin embargo, la motivación y razones de sus actos lo han vuelto un ícono. Es una figura que nos acuchilla con diferentes preguntas; queremos saber por qué, cómo y el significado de su maldad. Asimismo, para muchos se ha tornado en rockstar, referente de la cultura pop y un mito.

Nuestra curiosidad, pensamiento crítico, morbo y reflexiones nos ha llevado a exponerlo en la literatura, cine, cómics, series, juegos de vídeo etc.… Para entender quién y cómo es ese acechador. Ahora, en este sentido de una búsqueda, documentación y arte, les contaremos nuestra experiencia en la “Convención Nacional de Asesinos Seriales” de Katz Productions.

El 20 de julio, tomamos las gabardinas y los sombreros para comenzar una investigación en el Gato Calavera. Nuestra encomienda era recapitular datos y evidencias en la cuarta Convención de Asesinos seriales. Arribamos al sito alrededor de las 14:00. Los primeros asistentes ingresar al inmueble con sonrisas sospechosas. Por otro lado, el registro del equipo de fue de manera rápida.

Nos adentramos en la insania. Rostros felices subieron los escalones presurosos mientras se encontraban con las primeras pesadillas. Leather Face, Freddy Kruger, Tiffany la novia de Chucky y Jack The Ripper dieron la bienvenida a los bienaventurados.

Nuestra primera parada fue la oficina de investigación de Katz. Ahí, reconocimos algunos rostros célebres, el Psicópata rojo, el Asesino de colegialas, el Monstruo de Toluca, el Caníbal de Milwaukee, entre otros.

Seguidamente, ingresamos en el foro B. Las palabras de apertura retumbaron ante una masa ansiosa que ya ocupaba sus lugares. Los presentadores dieron paso a la primera conferencia que fue proferida por el escritor Carlos Camaleón. El veterano hombre de letras dejó salir de las páginas de cómics y novelas gráficas a una serie de asesinos que se han medido con héroes de la talla del Caballero de la Noche y Spiderman. De igual manera, nombres como Frank Miller, Neil Gaiman y Alan Moore con un mensaje descifrado desde el infierno. Al final, Camaleón fue interrogado por diferentes agentes para que revelara sus fuentes y pudiera proporcionar material para las pesquisas.

De manera posterior, el agrupamiento descendió hasta las entrañas del recinto. Entre las sombras, algunas figuras aguardaban para escuchar los testimonios de dos historias. En la piel de la compañía teatral de Katz aparecieron María Trinidad Ramírez Poblano, la Tamalera de Portales, y Ailieen Wuornos, La Doncella de la Muerte. Dos mujeres cuya narrativa de vida está atravesada por la violencia y los abusos. De víctimas pasaron a victimarias y a ser recordadas por sus crímenes y no por sus tragedias, en las cuales su única opción fue devolver agresión con agresión.

Después de algunas rondas, la brigada se enfiló nuevamente hacia la penumbra del foro A, donde se avistó la figura de Andréi Chikatilo. Piel de cordero, pero un apetito voraz y una psique retorcida. La muralla de hierro fue su escondite; sin embargo, tras el derrumbe del telón, sus transgresiones vieron la luz y bajo el plomo cayó sin entender qué era y el porqué de su ser.

El siguiente paso, atestiguar la cátedra del maestro Emilio Brauschweiger quien instruyó a todos los estudiosos con una mirada pragmática sobre lo que es la investigación de los asesinos en serie; asimismo, realizó un análisis del fenómeno mediático y las diferencias que existen entre la realidad y lo ficcional del monstruo. Con estos datos en las cabezas, el recorrido continuó.

La noche alargó sus fauces, el final de las diligencias estaba próximo. La escuadra tomó posición alrededor del escenario del foro A. En este punto, los actores de la casa trajeron a Armin Meiwes, el popular Caníbal de Rotemburgo. Los espectadores observaron asqueados y atentos el testimonio de depravación que ocurrió entre Meiwes y Bernd Jürgen, quien tenía el anhelo de ser devorado. ¿Hasta qué punto puede llegar la búsqueda de placer y cuál es el límite? Armin alegó que no era un crimen al ser todo consensuado.

Después vino el amor libre, la familia y el deseo de un nuevo mundo. Estafadores y apegos la combinación ideal para crear la mejor farsa. Charly Manson en la silla de interrogatorio. El actor en los zapatos del falsó gurú supo recrear el carisma y excentricidad; los asistentes cedieron ante la estafa del hippie que construyó su propio mito con base en la nada y la mentira.

El final de nuestra jornada llegó con el acto de salvajismo de los Hermanos Sawyer, los cuales inundaron la sala con una danza que mezcló lo grotesco y lo sensual. Cuerpos candentes se retorcían entre ritmos a medio tiempo. Pedazos de carne volaron entre los pazos. La decadencia de la América profunda se hizo presente con la figura de Leather Face y su legado contaminado. Para honrar al adefesio, los hermanos hicieron bailar dos sierras eléctricas como si fuese un acto de profano placer. Con esa postal la convención terminó.

En suma, podemos exponer que las evidencias dejan en claro que el público salió satisfecho con la experiencia y la organización. Asimismo, cada investigador pudo realizar sus propias cavilaciones y conclusiones no fijas sobre la figura del asesino serial, ya que éste parece que perdurará como esa figura incompresible que detestamos y que al mismo tiempo nos llena de infinita curiosidad.

Agradecemos todas las atenciones a Katz Productions.

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