Hoy en día tenemos festivales en México y en varias partes del mundo, sin embargo en la década de los 60’s y 70’s el rock fue algo muy mal visto.
En 1965, se tuvo la pretensión de realizar un concierto en México con ‘The Beatles’, quienes en ese momento eran un fenómeno musical a nivel mundial. Sin embargo el llamado Regente de Hierro, Ernesto Uruchurtu, no otorgó el permiso para realizar el evento. Más tarde, en 1969, se intentó realizar otro evento pero esta vez se buscaba que la agrupación fuera ‘The Doors’. Pero el intento corrió con la misma suerte, pues el permiso tampoco se dio por parte de Uruchurtu.
Teniendo aún la herida abierta por una matanza de estudiantes en 1968 y el llamado “Halconazo” en junio de 1971, la juventud de esos años tenían la bandera de su libertad y buscaban disfrutar de su música.
Los organizadores de la carrera de coches en Avándaro (Valle de Bravo), buscaron a organizadores dentro del Rock urbano, para realizar una “pequeña fiestecita” previa a la carrera. Fue así como nació el concepto de el ‘Festival Rock y Ruedas Avándaro’, el cual se llevaría a cabo los días 11 y 12 de septiembre. Siendo el 11 cuando las agrupaciones tocarían y el 12 se realizaría la carrera de autos.
Esperando la asistencia de 40,000 jóvenes, los organizadores jamás imaginaron que al llegar un día antes del Festival se encontraron con 50,000 jóvenes acampando para tener un buen lugar y escuchar a las agrupaciones que estarían en este show sin precedentes. Y seguían llegando a este lugar para disfrutar de este show, de los que se calculan llegaron 300,000 en su totalidad. En coche, caminando, en camiones o en motocicletas, así fue como llegaban a este lugar para disfrutar de la música.
En el cartel estaban bandas emblemáticas de aquellos años como lo fueron ‘Los Dug Dug’s’, ‘Tinta Blanca’, ‘El Ritual’, ‘El Epílogo’, ‘La División del Norte’, ‘Peace And Love’, ‘Tequila’, ‘Bandido’, ‘El Amor’, ‘Los Yaqui con Mayita Campos’ y ‘Three Souls In My Mind’. Todos ellos estaban dentro del movimiento que se daba llamado ‘Onda Chicana’, pues traían marcada la influencia de los grupos de Rock estadounidenses y se tenía la fiebre por lo que se realizó en Woodstock.
Muchos mitos se han hecho alrededor de este festival: que si el desenfreno con la droga, el “amor libre”, la llamada “encuerada de Avándaro”, que si incitaron a los jóvenes al uso de la marihuana y el tan recordado grito de “Tenemos El Poder” en la canción “We’ve got the power” de ‘Peace And Love’ comandada por Ricardo Ochoa.
Por ello el gobierno federal, encabezado en ese momento por Luis Echeverría, recurrieron al recurso de la censura para el género musical y la desacreditación de este evento con titulares amarillistas como “No hubo carrera de coches, fue de motos”, “Frenesí de Sexo y Droga en Avándaro” “Vicio y Drogadicción”, “Infame Éxtasis De Inmoralidad” y “Avándaro: El Infierno” haciendo alusión al uso de la marihuana y el sexo desenfrenado. Queriendo así evitar una rebelión de la juventud ante tanta represión, cuentan los que fueron que se vio un cerco de militares en el lugar.
Tal fue la asistencia de la gente, que la carrera de autos planeada para el día 12 de septiembre a las 09:00, no se llevó a cabo pues la gente seguía con la euforia de lo que se llevó a cabo en la noche del 11 de septiembre.
Los estragos “Post-Avándaro”, fue que se le cerraran las puertas a las agrupaciones de Rock y que el crecimiento de una escena mexicana de este género se frenara. Y entonces surgieron los llamados “hoyos funky”, que eran lugares pequeños y hasta clandestinos en los que se llevaban a cabo directos de estas agrupaciones.
Así mismo, toda evidencia que se tenía en vídeo de este show, fue desaparecida para borrar la huella de lo que realmente pasó aquel 11 de septiembre y solo dejar que la gente supiera lo que el gobierno quería que se informara para desprestigiar al Rock y las expresiones culturales de los jóvenes.
Esto comenzó de nuevo hasta los 80’s y no de una manera tan libre, cuando pudieron salir un poco de lo “underground” para difundir su música aquellas agrupaciones de la generación Avándaro y las que estaban naciendo como ‘La Maldita Vecindad’, ‘Luzbel’, ‘Botellita de Jerez’. Un ejemplo, en 1981 Alex Lora realizaría un evento para conmemorar los 10 años de Avándaro con todos los permisos para ello. Pero horas antes de que comenzara el evento, lo cancelaron abruptamente por parte del gobierno.
Pero toda esa euforia causada en aquel festival, es algo que pasó a la historia y que marcó a una generación y a un género musical que sigue viviendo, evolucionando y dando de qué hablar… para incluso influir en otros géneros tales como el metal.
Y si nos ponemos a pensar en lo que hoy se vive como seguidores del metal, no estamos tan lejanos de que sea lo mismo. Pues si bien se tiene más libertad para hacer eventos, aún va uno por la calle con camisetas de bandas, los chicos con cabello largo y con tatuajes y al escuchar ese “ruido”, se sigue teniendo el mal pensamiento que somos delincuentes y vagos.
Finalmente, a 49 años de este festival, podemos decir que es un hecho que marcó a una generación y que abrió una brecha para lo que hoy tenemos la oportunidad de vivir como seguidores del Rock y del Metal.
En 2021, se cumplirán 50 años de ese evento… ¿será que volvamos a vivir algo similar con ese aforo? Solo el tiempo lo dirá.