Rob Halford y Scott Travis, cantante y batería, comentaban en una entrevista reciente que el título del álbum tenía que transmitir el contenido de la música, con fuerza y convicción. No vamos a esperar un Screaming for Vengeance o un Painkiller, pero Judas Priest siguen destilando su inefable contundencia a través de sus afilados guitarreos y la inconfundible voz de Halford, que, dicho sea de paso, a los largo de cada uno de los temas se mantiene a un nivel increíble.
El álbum llega cuatro años después de Redeemer of Souls y diez después del impresionante Nostradamus, surgiendo en un momento en que Glenn Tipton, mítico guitarrista donde los haya, ha confirmado que debido al Parkinson será sustituido en la gira mundial por Andy Sneap, que ha colaborado con numerosas bandas, como Slayer o Megadeth. Así pues, llegamos al álbum número dieciocho, y, en mi caso, no puedo más que apreciar y aplaudir el esfuerzo derrochado: no puedo disimular la enorme estima que les profeso, siguiéndoles desde que tengo uso de razón metalera. Andan por los setenta años y siguen al pie del cañón, sacando al mundo el metal que llevan dentro y pariendo excelentes temas, sin perder su identidad. Pura leyenda viva, los genuinos Gods of Metal. Vayamos, pues, con este “Poder del fuego”.
El tema homónimo parece sacado de Painkiller, pura potencia con la banda metiendo la directa desde el riff inicial. 100% Judas con un Halford pletórico y la banda sonando como un trallazo. “Lightning Strikes” confirma el gran inicio con los dobles bombos de Scott Travis con una gran canción. “Evil Never Dies” suena más oscura, con un coro antes del cambio de ritmo, donde Travis se emplea a fondo.
Unos teclados dan paso a “Never The Heroes”, con otro potente riff que acompaña a un inconmesurable Halford, en una gran interpretación. “Necromancer” cae al lado trash, logrando uno de los temas más contundentes. Una bajada de revoluciones llega con “Children Of The Sun”, un medio tiempo épico con guitarras limpias sosteniendo la voz de Halford. “Guardians” es una breve introducción que explota con “Rising From Ruins”, con otro furioso guitarreo y un Halford dejándose la garganta en cada nota: un trance álgido del álbum. Para mí, la mejor canción.
“Flame Thrower” es el tema que pasa más desapercibido, con un estribillo que me ha parecido facilón e insustancial. “Spectre” suena más pesada, con una base poderosa y unos guitarreos punzantes: otro de los grandes temas. “Traitors Gate” también comparece inclemente y rápida, guardando esa esencia marca Judas. Continúa la hímnica “No Surrender”, una sucesión de melodías más joviales en un tema que puede funcionar muy bien en directo. En contraposición,”Lone Wolf» suena denso, más doom, recordando, como no, a los Black Sabbath, me gustaría pensar que en un grandioso y sentido homenaje. Por último llega “Sea Of Red”, la balada épica del disco con un estribillo majestuoso y lleno de clase, aderezado por unos complejos arreglos corales entrelazándose con inspirados solos de guitarra. Un estupendo broche de oro.
Sesenta minutos variados, siempre con el sello Judas Priest, que, aunque hubiera quedado más redondo extirpando dos o tres temas, a mí me ha dejado muy buen sabor de boca. Con cada lanzamiento se abre la conjetura, pero apostaría porque este Firepower no ha sido su último lanzamiento. O, al menos, ése es mi deseo.
Listado de Firepower:
1-Firepower
2-Lightning Strike
3-Evil Never Dies
4-Never the Heroes
5-Necromancer
6-Children of the Sun
7-Guardians
8-Rising From Ruins
9-Flame Thrower
10-Spectre
11-Traitors Gate
12-No Surrender
13-Lone Wolf
14-Sea of Red
Rob Halford: Vocals
Glenn Tipton: Guitars
Ian Hill: Bass
Scott Travis: Drums
Richie Faulkner: Guitars
