No es secreto que los videojuegos tienen una gran influencia del Metal desde hace ya mucho tiempo. El punto más común a destacar es el uso de la música en muchas de las grandes franquicias del medio. Pero sabemos que el metal no es solo música, es un movimiento con estética e ideologías propias.
Es por ello que a continuación se presenta una lista sin orden concreto más allá de los puestos mencionados al principio y, sobre todo, algo personal, de algunos juegos metaleros que hay. Para facilitar la elaboración se consideraron obras famosas y de fácil acceso. La lista toma en cuenta lo ya mencionado: música, estética e ideología.
Guitar Hero
Para muchas personas este juego de ritmo fue la puerta de entrada al rock y metal. Su control especial intentaba emular el instrumento más emblemático del género, por lo que era fácil verse envuelto en el deseo de formar un grupo, o tan solo de escuchar más de esa banda que acababas de conocer.
También se encargó de catapultar a algunos grupos entre los que destaca Dragon Force. Recuerdo que las reseñas del primero concierto que tuvieron en México hacían referencia a la edad de los asistentes y siempre relacionaban la presentación con el juego.
Doom
Otro puesto muy obvio. Doom fue creado por metaleros, con soundtrack metalero y una temática metalera. La premisa del juego es simple: matar demonios. La estética en la que se ve expresado el mismo infierno, armas de todo tipo que permiten descuartizar a los enemigos y una música basada en diversas bandas de la época dieron como resultado un juego de culto que a pesar de los años nunca murió.
En 2016 la saga tuvo una nueva entrega que representaba el mito que la nostalgia había construido alrededor de sus primeros capítulos. Un juego rápido, sangriento, con música a guitarras de ocho cuerdas y que a pesar de secciones de gran dificultad nunca te hacía sentir débil.
Brutal Legend
Jack Black es un actor muy conocido en el rock debido a películas como escuela del rock y la plumilla del destino. En ese mismo tono participó en Brutal Legend, un juego en el que un cableador de la vieja escuela viaja a un mundo en el que debe salvar a los headbangers de la tiranía del general Lyonwhyte con el poder de su hacha guitarra.
Si bien la jugabilidad decepcionó ya que todos esperaban un hack and slash tipo God of War, la música, estética y temática se mantienen como uno de los juegos más metaleros que hay. Algo que lo hace en extremo metalero es que cuenta con la participación de Rob Halford y Lemmy Kilmister.
Metal: Hellsinger
Otro juego de ritmo, pero ahora con un toque de Doom. La mecánica principal del juego es matar demonios, pero en esta ocasión se debe hacer al ritmo de la música. Una banda sonora a cargo de diversos músicos entre los que se encuentran miembros de Arch Enemy, Lamb of God, System of a Down y más.
Cabe destacar que debido a ciertos aspectos de la jugabilidad puede ser difícil para algunos notar las canciones completas. Se comienza con una base rítmica que agrega instrumentos según lo bien que sigues la canción. Es posible acabar un nivel sin escuchar más que la batería ya que además se debe mantener el combo que se desvanece con el tiempo.
Dark Souls
El mundo de Dark Souls se puede describir como una canción de power metal hecha por una banda de doom metal. Hay dragones, deidades, reyes, magia, demonios, espadas, castillos y todo eso está a punto de irse al diablo por el (al parecer) inevitable fin del mundo.
Además de esto cuenta con una gran variedad de armas que permiten que se pueda jugar de modos muy distintos en cada ocasión. Al igual que el metal se presentan varias formas de hacer las cosas. La historia se descubre a partir de leer descripciones, trozos de conversaciones y poner atención a los detalles. Todo para después intercambiar información con otras personas que comparan sus teorías y se ayudan para develar la narrativa completa. Esto recuerda mucho al ambiente de la vieja guardia en el que se intercambiaban casetes y la fama de muchas bandas dependía del boca a boca.
The Elder’s Scroll V: Skyrim
Este mundo cuenta con muchos parecidos al de Dark Souls, la diferencia es que se trata de algo mucho más divertido ¿Hay una criatura que amenaza con destruir el mundo entero? Si ¿Importa? En realidad no. Tu juego puede ser una partida nihilista en la que eres tú quien se encarga de destruirlo todo, una fiesta en la que comes y bebes todo lo que puedes, una expedición para descubrir cada rincón del mundo. En Skyrim puedes hacerlo todo.
Es justo esa libertad la que, a mi parecer, lo coloca en esta lista. La mayoría de grupos tienen los mismos recursos en cuestión de instrumentos y cada subgénero hace lo que quiere. Las letras pueden ser motivacionales o tristes, e incluso servir para ignorar los problemas del mundo. El metalero puede ver que el mundo se cae a pedazos y alegrarse por escuchar canciones sobre enanos minando; en Skyrim puedes ver cara a cara el dragón que amenaza la existencia misma y dedicarte a recolectar coles para tirarlos desde un precipicio.
Elden Ring
Con la base de Dark Souls y un mundo tan extenso como Skyrim llega Elden Ring. Lo que hace a este juego metalero es que no hay una amenaza que puede destruir el mundo, hay alrededor de 5 al mismo tiempo.
La historia, con el mismo ambiente que Dark Souls para descubrirla, trata temas como la segregación, la corrupción del poder, grandes héroes, las epidemias, dioses que provienen de fuera del mundo e incluso de grandes ciudades que perecieron. Todo esto con muchas más opciones de jugabilidad que las dos entradas anteriores. El juego cuenta con más de 100 hechizos diferentes que se dividen en 3 grandes grupos, cada uno con su subgrupo según la deidad o aspecto del mundo al que respondan. Más de 100 armas, muchas de ellas con habilidades únicas y con la posibilidad de combinarlas con tus magias.
Este puesto presenta la sensación del doom, el mundo del power, el aspecto político del thrash, la cosmología de algunas bandas de death, según tus decisiones incluso el nihilismo del black con tantas variantes para completar los objetivos como solo el metal con decenas, o cientos, de subgéneros y microgéneros puede ofrecer.